Esta semana nuestro etólogo canino, Martín R. Ojeda (*), responde a la consulta de Adri, propietaria de dos perros que se llevaban muy bien y de un tiempo a esta parte no paran de pelearse.
“La consulta de hoy trata sobre dos perretes de un año y medio y dos años y medio de edad que han pasado de ser compañeros de juegos a pelearse con frecuencia.
Antes de nada es importante recordar que, como dijimos cuando tratamos el tema, la agresividad es una cuestión que no solamente tiene distintos orígenes –y por tanto tratamientos- sino que además es de tipo multifactorial ya que independientemente del motivo, influyen en ella diferentes elementos, incluido el aprendizaje. Por ello, es fundamental cuidar nuestras reacciones para que no se constituyan en refuerzos involuntarios de las conductas conflictivas.
Ahora bien, para poder determinar el tipo de agresividad ante la que nos hayamos (territorial, por miedo, por protección de recurso, etc.), es necesario analizar una cantidad de factores algunos de los cuales pueden ser referidos por el dueño, mientras que otros es necesario que sean observados presencialmente por un profesional (por ejemplo, el lenguaje corporal de los perros tanto en los momentos de calma como en los previos a la pelea, el entorno en que se desenvuelven, etc.)
En la consulta se refiere que los problemas comenzaron a raíz de un hueso que se le dio a alguno de los perros, algo que hizo que el pequeño le gruñera al grande, ocasionando la reacción de éste. Así, desprevenidamente, podría pasar por una cuestión de protección de recurso (tomando en cuenta también el episodio posterior de la piscina explicado en el formulario), pero también podría ser una cuestión de jerarquía no resuelta, o de falta de comprensión de sus lenguajes corporales por el destete prematuro de uno, etc.
Por ello, si bien siempre intento culminar las consultas con alguna pauta de actuación, en este caso mi recomendación pasa exclusivamente por la consulta con un profesional responsable ya que los temas de agresividad no desaparecen por sí mismos y un tratamiento inadecuado puede ocasionar su agravamiento.”
(*) Martín R. Ojeda es etólogo y adiestrador de Servicios Caninos Integrales
(**) Si quieres que Martín te ayude con tu perro, recuerda rellenar este cuestionario y enviarlo a unomasenlafamiliablog@gmail.com.
(***) Tened en cuenta que los consejos se dan habiendo leído el cuestionario rellenado por la persona que hace la consulta, por lo que el etólogo cuenta con muchos más datos de los que aquí se comentan.