Imagino que a estas alturas la mayoría conoceréis ya la historia de Dukey, pero como no quiero que nadie se la pierda, me ha parecido oportuno contarla también por aquí.
La familia Roberts, de EE.UU. adoptó a Dukey, un labrador negro, hace tres años. Un año después, hace dos, al perro le diagnosticaron un osteosarcoma, un tipo de cáncer de hueso muy común en los canes y muy agresivo. Trataron de salvarle la vida amputándole una pierna para prevenir la expansión del cáncer, pero no fue suficiente. Su calidad de vida fue empeorando y la familia Roberts decidió que había llegado el momento de su eutanasia para evitarle más sufrimiento.
Jordan Roberts programó la eutanasia con un veterinario pero, antes de llevarla a cano, decidió celebrar el último día de vida de Dukey por todo lo alto, con una gran fiesta de despedida que fue inmortalizada por la fotógrafa Robyn Arouty, amiga de la familia. Pensaron en lo que creían que pudiese ser un día perfecto para su perro, así Dukey estuvo con toda la gente que lo quería, comió hamburguesas, chapoteó en un parque acuático…y, después de todo esto, dejó este mundo acompañado de la gente que más lo quería.
Os pongo una galería con el reportaje real publicado en la página web de la fotógrafa, traducido al castellano, en la que se añaden pies de foto expresando lo que creían que sentiría el perro en cada momento. Por favor, no os perdáis los pies de foto y, otro favor, haced click en ellas para verlas en grande, que merece la pena.
“Hoy morí” por Dukey Roberts