Muchos conoceréis ya la historia de Antxoa y Markel. Markel es un niño de 11 años de Urretxu (Gipuzkoa) con la enfermedad conocida como la “piel de mariposa” o “piel de cristal”. Esta enfermedad, hoy por hoy incurable, hace que la piel de los que la padecen sea extremadamente sensible y tengan que evitar el contacto con todo, cualquier roduce produce una “ruptura” de la piel que se refleja en ampollas y quemaduras severas. Markel, por ejemplo, necesita ayuda para desvestirse, abrir puertas, recoger objetos del suelo… y además tiene problemas de movilidad.
Antxoa es una perra de la raza labrador retriever entrenada para ayudar a personas discapacitadas (vamos, lo que se conoce como un perro de asistencia). El niño cuenta con ella desde hace unas semanas. Antxoa le ayuda en cosas como encender y apagar las luces, desvestirse, abrir cajones, etc. Ole, ole y ole por Antxoa, pero no sólo por la labor que hace con Markel respecto a su enfermedad, sino por todo el “otro” apoyo que supone para el niño como bien explica su madre: le ha subido la autoestima, le ayuda a socializar, le ha dado nuevas esperanzas, alegría… Bravo Antxoa…
Me encanta que la madre de Markel haya destacado esta parte de la influencia de Antxoa en el niño porque si ya de por sí yo creo que la labor de los perros de asistencia está poco valorada, lo que opino más firmemente es que nadie piensa en esa “terapia psicológica”, por llamarla de alguna manera, que suponen estos perros para el enfermo o persona discapacitada.
Y si estoy contenta por el hecho de que se haya destacado ese otro papel de los perros de asistencia, más lo estoy aún porque por fin los medios se hagan eco de una noticia sobre perros que no sea la de “el perro del vecino mató o atacó a tal o cual persona”. Señores, son mucho más habituales las cosas que se podrían destacar positivas sobre estos animales que las negativas, pese a que por desgracia parece que solo se hable de las malas. Y no voy a entrar en el tema de quién es realmente el responsable de los “famosos” y televisivos ataques de perros a personas…por lo menos no en este post.
Me despido dejandoos un precioso cortometraje en el que Markel habla sobre su enfermedad: