Alba, cachorrita "sin raza" que va a ser formada como perra de Terapia | Uno más en la familia >

Blogs

Irene Crespo

Uno más en la familia

Alba, cachorrita “sin raza” que va a ser formada como perra de Terapia

Alba

¿Os acordáis de las tres cachorritas que aparecieron en el blog hace unas semanas buscando familia? Como os conté, todas están felizmente adoptadas pero, además, una de ellas va a ser educada para trabajar como perra de terapia (toda una lección teniendo en cuenta que la última cachorrita costó que se adoptara porque nadie la quería por no ser de raza…).

La protagonista de este post, la perrita que va a realizar esa gran labor, ha sido bautizada como Alba. Alba ha sido adoptada por Ana Masoliver, del Centro de Adiestramiento Canino GuHau para trabajar junto a Muxu y Azti, otras dos perras de GuHau que realizan labores de terapia. Vamos a dejar que sea Ana Masoliver quien nos cuente cuál va a ser exactamente la tarea de la pequeña Alba y en que va a ayudar la peque a Muxu y Azti.

“Azti y Muxu son hermanas y tienen 3 años, su madre es una Golden Retriever blanca y su padre un Labrador Retriever negro, los dos viven en nuestro centro de Lasarte. Nos decantamos por esta mezcla ya que las dos razas son inteligentes y buenas cobradoras, pensamos que en este cruce, el Labrador aporta más estabilidad de carácter y el Golden más proactividad e inteligencia.

Las dos se han criado en casa de Ainara Gozategi, también adiestradora en GuHau y desde su nacimiento ella se ha ocupado de su educación, socialización y adiestramiento que continúan día a día, porque un perro puede y debe aprender durante toda su vida.

Azti

Las dos están adiestradas como perras de Asistencia, realizando sólo exhibiciones ya que no están destinadas a un usuario concreto, y como perras de Terapia trabajando en varios proyectos y actividades ayudando a personas con dificultades a conseguir diferentes objetivos en el área cognitiva, motriz, socio-emocional, del lenguaje, etc…

Muxu

Azti y Muxu actúan como elemento motivador incorporándose a una terapia convencional, siempre diseñada, desarrollada y evaluada por un profesional de la salud dependiendo del área que se quiera trabajar, aunque también realizan actividades lúdicas donde el único objetivo es divertirse y disfrutar de la compañía y habilidades de estas dos grandes co-terapeutas.

Decidimos incorporar un perro de pequeño tamaño a este gran equipo ya que en muchas ocasiones los usuarios no pueden agacharse para acariciar a un perro y les es mas cómodo subirlo en brazos o necesitan sentir calor y proximidad en sus piernas o en alguna zona delicada de su cuerpo, en estos casos Azti y Muxu resultan ser un poco grandes y pesadas y podrían lastimarles, además a algunos usuarios, sobre todo niños o personas con miedo a los perros, les es mas fácil establecer un vínculo con un perro pequeño y por otra parte, dado que en este país todavía estamos bastante atrasados en la Terapia Asistida con Animales, en muchos sitios es mas fácil que dejen entrar a un perro de pequeño tamaño que a uno grande. Para ayudar a Azti y a Muxu en todas estas áreas apareció Alba.

Debatimos mucho tiempo la posibilidad de coger un perro de raza y así saber sus características, conocer su línea genética, enfermedades y carácter y tener una cierta garantía o rebuscar y adoptar un superviviente que cumpliera unos mínimos requisitos y trabajar a tope con él o con ella para conseguir un gran perro de terapia. Como todo, una opción u otra, tienen sus inconvenientes y sus ventajas.

Necesitábamos que se cumplieran varias condiciones en el cachorro:
o    Un tamaño pequeño y una apariencia “graciosa”, al fin y al cabo va a usar también su físico para trabajar
o    Tener entre 2-3 meses para poder completar correctamente su periodo de socialización.
o    Que hubiera estado con su madre y hermanos hasta ese tiempo y en compañía de una familia humana el máximo tiempo posible.
o    Que pudiésemos conocer a sus padres y hermanos y observar su carácter.
o    Ser hembra, más que nada porque su compañero de piso es un macho con carácter y pensamos que seria más fácil la convivencia diaria.
o    Que no tuviese un carácter fuerte, inseguro o miedoso si no todo lo contrario, alegre, sociable y atenta tanto con personas como con otros perros desconocidos.
o    Que se integrase fácilmente en los juegos comunes.
o    Que se recuperase lo más rápido posible su estado de equilibrio emocional tras una experiencia negativa.
o    Que tuviera interés por explorar.
o    Que tuviera un buen instinto de cobro.

Alba cumple todos estos requisitos, algunos al 100% y los que no, estamos convencidas que los suplirá con otras cualidades. Su educación por ahora no tiene nada de especial, es lo que se debería hacer con cualquier cachorro, habituarse al collar y a caminar con la correa, aprender a hacer sus necesidades fuera de casa, respetar las normas de convivencia que existen a su alrededor sin cortar su instinto exploratorio, aprender a inhibir la mordida, una cuidadísima socialización respetando sus tiempos de recuperación y empezar a estimular su pequeña cabecita a través de juegos y diversión, ahora es un cachorro y tiene que vivir como tal. Mas adelante comenzaremos con una obediencia básica acostumbrando a Alba a trabajar, irá acompañando a las sesiones a Azti y Muxu para ir habituándose a sus futuras actividades y empezaremos a enseñarle diferentes habilidades que luego pondrá en práctica en su día a día con los usuarios, lo más importante: trabajar siempre desde el juego y sin exigencias.”

Muxu preparada para trabajar

Azti trabajando

Temas

Sobre el autor

Blog dedicado a todo lo relacionado con el mundo de las mascotas: adopciones de perros y gatos, eventos, consejos prácticos para cuidar a ese miembro tan especial de la familia.


febrero 2012
MTWTFSS
  12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
272829