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Irene Crespo

Uno más en la familia

Gato, el perro invisible

Nuestro protagonista de hoy parece ser, tristemente, un perro invisible y es que Gato lleva 11 años de los 12 que tiene encerrado en un chenil sin que absolutamente nadie se fije en él. Y no será por falta de cualidades ni porque la gente de la protectora APA Puppy Bilbao (donde Gato lleva los últimos 4 años) no haya hecho todo lo que está en sus manos por buscar un hogar a esta maravilla de perro al que nadie parece ver. La historia de este perro es tristísima pero cuento con todos vosotros para ponerle por fin el broche final feliz que Gato merece. Dejemos que Sara, trabajadora de APA Puppy Bilbao, que conoce a este chico mejor que nadie, nos presente a Gato y nos cuente lo que ha vivido este perro:

“Gato es un macho mestizo de unos 12 años, está castrado y es de tamaño grande. Como veréis en las fotos, es un perro muy bonito color anaranjado, mimoso pero no agobiante (también le gusta ir a lo suyo).

La vida de Gato ha sido siempre muy triste salvo un corto período en el que fue feliz con una familia que lo quería y lo hacía disfrutar en un caserío, pero todo lo bueno en la vida de este perro dura poco y esta etapa se acabó.

Conocimos a Gato en una perrera de Bizkaia hará cosa de 7 años. Allí estaba, en “ La Encinilla”, el que haya conocido este lugar sabrá que era un sitio indeseable e insalubre para cualquier animal. Allí lo adoptó una familia joven, vivían en un caserío donde ellos y el perro eran felices pero por problemas económicos les embargaron la casa y no tenían donde ir, así que Gato volvió a la perrera. Esta vez la protectora APA Puppy Bilbao lo acogió y desde entonces, hace ya 4 años, está en la perrera.

Es un perro alegre, tanto, que de menear la cola en una jaula pequeña el roce en su rabo le ha causado tener que amputar dos veces trocitos de cola, ha pasado por dos intervenciones por este motivo.

Este último año y todos los inviernos han ido mermando la fortaleza en el cuerpo de este abuelete encantador, el frío que pasa en la jaula junto con los bruscos cambios de temperatura han hecho que sus patas traseras se deterioren más rápido de lo normal, las tiene más delgaditas cada vez, este último mes ha tenido diarreas a falta de una buena alimentación y los cuidados que merece. En general es un perro fuerte pero ¿qué abuelo puede vivir sin que le cuiden con cariño y atenciones?

Es un perro sumiso, no responde al posible enfrentamiento con otros perros, convive con ellos tranquilamente, sobre todo si son grandes como él (entonces todo va de maravilla). Incluso con su afición favorita que es comer salchichas he visto en muchas ocasiones como otros perros se las han quitado del morro y no ha hecho nada más que mirarme y saltar como una cabra para pedir otra.

Le encanta ir al monte, pasear al sol del que en su vida ha disfrutado poco, corretear y olisquear todo, meterse en los charcos, en el río y la playa, pero pocas veces puede disfrutarlo.

Le gusta mucho que le bañen y que le sequen con el secador al igual que que le cepillen su pelo que es precioso, el tío se queda dormido, igual que al ir en coche, otra cosa que le apasiona.

Cuando llega la primavera los paseos con Gato son toda una aventura, su alegría contagia a todos, su cara desborda optimismo…todos disfrutamos viéndolo tan feliz, lo malo es que esta alegría siempre acaba en su jaula. A veces no quiere entrar, te agarra la manga de la chaqueta, se resiste y llora como un niño. Eso me ha hecho llorar en más de una ocasión porque sólo pide ser libre y feliz, Gato está cansado de estar triste y solo, no hay más que decir esto para imaginar que sus últimos años de vida han transcurrido encerrado sin familia.

Si pensamos lo que hemos hecho en los últimos cuatro años, se nos va la cabeza a mil lugares. Pues la vida de Gato en este tiempo se ha reducido a un asqueroso chenil, no es justo, está sufriendo mucho porque sabe que la vida no es eso, que tiene que ser mucho más, despertarse y no verse solo, que no le duela el cuerpecito de dormir a la intemperie porque, no nos equivoquemos, una perrera es un conjunto de jaulas y el frío lo sufren siempre.

Hemos enviado más de 200 cartas por Euskadi, Cantabria, Burgos… a clínicas veterinarias, hoteles caninos, etc. con su historia y un cartel de difusión y no nos ha llamado nadie.

Hemos empapelado con su cartel y fotos Bilbao y alrededores y hasta ha estado en TELE 7 en un programa de animales semanal para buscar un hogar y nadie lo ha querido ni adoptar ni acoger: la gente llama, queda en ir a conocerlo y no aparece, dejando a Gato otra vez solo y olvidado, a veces parece que está gafado.

El único defecto que tiene es que no puede convivir con gatos, los odia con todas sus fuerzas, si ve un gato le ataca, se pone muy nervioso y no se controla, pero nadie es perfecto, ¿no? Y el dicho de llevarse como perro y gato no es nuevo.

Buscamos un adoptante para Gato (o, en su defecto, una acogida definitiva), nuestro perrito viejete y alegre, alguien que lo lleve a pasear, a tomar el sol y que lo cuide en su jubilación, que ya lo merece. Su sufrimiento tiene que finalizar y alguien tiene que dejarle una parte de su hogar para disfrutar de él y con él porque es un perro muy simpático y meloso.

Si pensáis que un perro mayor no puede dar guerra es que no conocéis a Gato. En el monte va suelto y es obediente. A base de salchichas como premio ha conseguido que los paseos con él sean divertidos y llenos de anécdotas. A lo que te descuidas, se tira panza arriba para untarse del agua de las gotas que quedan en la hierba, sentir el fresquito y levantarse corriendo para seguir investigando, valora los momentos de libertad como solo él puede hacerlo.

Adoptar a Gato es un acto de generosidad con el animal y con la vida en general. No podemos pensar que nos va a dar pena si se muere porque, además de que le falta mucho por vivir, es más triste pensar que se va a morir en una jaula después de años de dolor, que darle la mano y disfrutar de unos años de vida de un perro que quiere vivir.

No es justo ignorar el dolor de un ser vivo, pensar que otro le ayudará, porque en los últimos años de Gato la ignorancia es la que le ha crucificado y condenado al encierro.

¿Cuál es el delito de este perro? ¿No tener pedigree? ¿Odiar a los mininos? Si estos son son sus defectos, mirad las virtudes que los superan con creces.

Esperamos vuestra ayuda para que Gato pueda disfrutar de un verano y no sufrir más inviernos.

Gracias, de corazón a todos, esperamos vuestra ayuda con urgencia y desesperación. Gato os espera hace demasiado tiempo, sólo quiere un hogar sin gatos.”

Por favor, desde aquí hago un llamamiento personal, por favor, adopción o acogida definitiva para Gato, lo necesita y se lo merece. Si quieres adoptar o acoger a Gato, llama al 687-810-433.

Hoy viernes podrás escuchar a Sara, de APA Puppy Bilbao, hablar de este gran perro en Punto Radio Gipuzkoa (106.2 fm o a través de la web de diariovasco.com para las personas de fuera de Gipuzkoa).

Os pongo más fotitos de Gato, para que os animéis a hacerle un hueco en vuestra vida, hueco que él seguro que llenará de amor y alegrías:

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Sobre el autor

Blog dedicado a todo lo relacionado con el mundo de las mascotas: adopciones de perros y gatos, eventos, consejos prácticos para cuidar a ese miembro tan especial de la familia.


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