Tal como algunos comentasteis, ayer fue el cumpleaños de mi perro, Rayo. Por ello, he decidido que hoy sea él el protagonista del blog. Espero que a nadie le parezca mal por no tratarse de una noticia, un consultorio ni un perro en busca de hogar pero, con lo que os voy a contar, veréis que hace un tiempo Rayo podría haber protagonizado tranquilamente un post en este blog.
Mi campeón cumplió ayer jueves dos añitos y lleva conmigo desde enero del año pasado. Rayo nació hace dos años y lo hizo en la Sociedad Protectora de Animales de Pamplona. Uno de sus padres y su madre embarazada fueron recogidos de la calle por esta asociación. Su madre, una podenca, denota por sus miedos (y, por supuesto, por su falta de chip, etc.) que no tuvo hasta ese momento nadie que la quisiese sino, más bien, todo lo contrario. Lua, como se llama actualmente la madre de Rayo, tuvo por fin suerte y fue adoptada por la presidenta de la junta de dicha protectora- Hoy en día tiene una vida más que feliz.
Uno de sus padres (la camada de Rayo y sus hermanos son fruto de la monta de dos machos), el que fue recogido, se trata de un labrador puro muy joven. Al igual que la madre, el labrador tiene problemas de carácter que denotan lo dura que ha tenido que ser su vida anterior. La diferencia es que este de momento no ha tenido la suerte de la podenca y sigue buscando una familia…
Rayo, como todos sus hermanos, fue adoptado en septiembre de 2010 (se le mantuvo hasta entonces con su mami y sus hermanitos porque es lo mejor), pero tuvo la mala suerte de ser mal adoptado y la persona que lo hizo para octubre/noviembre ya no lo quería… No voy a entrar en los motivos por los que lo puso de nuevo en adopción ni en los detalles que la convivencia con Rayo me han hecho ver sobre lo que el pobre tiene que haber vivido en esa vida anterior, pero a día de hoy sigo luchando por arreglar, año y medio después, todo lo que su adoptante estropeó en los 4 meses que lo tuvo…
Por suerte, Rayo me encontró y yo le encontré a él. No es un perro fácil y menos con lo que se ve que ha vivido, lo cual mezclado a motivos personales míos, nos está haciendo trabajar duro para su educación, pero lo conseguiremos 🙂 Por suerte, en este camino que estoy recorriendo con él, he conocido a personas que merecen muchísimo la pena y me están ayudando muchísimo (ya tocaba después de personas que parecía que iban a ayudar y lo único que hacían era empeorar el problema…).
Hemos pasado y seguimos pasando por etapas muy duras, pero merece muchísimo la pena por lo bueno que te da. Y, en este camino, estamos conociendo a personas a las que debemos mucho por todo lo que están haciendo… Mientras, él y yo seguiremos esforzándonos por tener la relación que tanto uno como otro merecemos.
Pero ayer fue su día y sólo quería decirle desde aquí: ¡Zorionak campeón!