Me acerqué a la Parte Vieja en busca de un nabo. No era una dirección difícil, una de esas a las que las descendientes de Atapuerca nos acercamos por aproximación. Ellas no saben leer los mapas, ya sabes. Encontré el tubérculo enseguida porque mis neuronas alumbraron a tiempo el nombre de la calle. Fermín Calbetón. […]