Me lo dijo un profesor de comunicación. Las palabras son de oro. Lo que puedes decir en dos palabras, no lo digas en tres. Hay grandes maestros. Abundan en el género masculino. Y la máxima es ideal para el trato con adolescentes. Ellos son grandes profesionales en la materia.
Estaba viendo a Arguiñano en TV cuando salió la palabra. El cocinero alegre había dejado en la sartén el bacalao con el pimiento cuando dijo que había que dejarlo atemperar. ¿Atemperar? La palabra me incitó -¿incitar?- a buscar mi María Moliner. Ahí estaban los dos tomos azules sin forrar, descansado uno sobre otro, qué monos. […]