Acudí a cambiar unas zapatillas de mi hijo a una tienda del centro de Donostia. Sobraban mis explicaciones porque un cartel enfrente de la caja indicaba que se admitían devoluciones. Yo reparé desde un principio en que la dependienta estaba de mal humor y que me atendía como si yo fuera una amenaza. Esperé pacientemente […]