No es fácil convivir con un adolescente. Hay que adaptarse. Las niñas primorosas y medianamente obedientes se convierten en entes monosilábicos y de enfado fácil. Yo nunca he sido buena contando chistes pero ‘esta montaña me la tengo que subir’, me digo todas las mañanas para darme ánimos y lograr el reto de comunicarme con […]