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Ion Urrestarazu

Miradas de un peatón

Los bombardeos navales de agosto (1936)

Mapa interactivo de los bombardeos navales de agosto de 1936. Donostiando.

 

Hoy trataremos sobre los bombardeos realizados por los buques sublevados —acorazado España y cruceroAlmirante Cervera— desde mediados a finales del mes de agosto de 1936, en el lado oriental de la costa de Guipúzcoa. Como en el caso del artículo sobre los bombardeos aéreos del 13 de agosto, se incluye un mapa interactivo para poder visualizar los efectos de los bombardeos. Si pulsan sobre la imágen de la cabecera podrán disfrutar de la experiencia. donde se localizaron los impactos.

 

LOS BOMBARDEOS NAVALES DE AGOSTO DE 1936.

(DÍAS 17, 18, 19, 22, 23, 24 Y 31). 

 

LOS PLANES

En la madrugada del martes 11 de agosto de 1936, a pocas millas del puerto de San Sebastián, los pescadores que habían salido a faenar se encontraron con la siniestra silueta de un barco de guerra. Vista la nave, los arrantzales dieron media vuelta sin haber podido faenar. Aquel barco era el Almirante Cervera y su presencia no auguraba nada bueno para San Sebastián y el resto de la costa guipuzcoana.

La flota sublevada había recibido la orden del jefe del Ejército del Norte, el general Emilio Mola, de bombardear los puertos de Bilbao, San Sebastián y Pasajes. La orden terminaba con la siguiente indicación:

… Desde Cabo Busto hasta el Bidasoa puede hacer fuego sobre la costa donde lo estime pertinente con el fin de sembrar el pánico entre los habitantes de aquella región…

Al margen de la explícita aclaración de Mola, el objetivo principal era apoyar el avance sublevado procedente de Navarra y “distraer” a las fuerzas republicanas.

El crucero Almirante Cervera. Foto Internet.

AMENAZAS SOBRE SAN SEBASTIÁN: 13 AL 15 DE AGOSTO.

El día 13 —día en que San Sebastián fue bombardeada desde el aire— apareció en el horizonte el crucero Almirante Cervera. Pronto, Radio San Sebastián, en manos del Frente Popular, denunció la presencia del “barco pirata” —apelativo desdeñoso usado por ambos bandos para con los buques del contrario— frente a la bahía. Según el periodista G. L. Steer, desde el buque sublevado se lanzó un ultimátum contra la ciudad buscando la rendición. Dicho ultimátum expiraba a media noche. Evidentemente, la respuesta enviada por las autoridades no fue otra que, si atacaba, habría represalias contra los presos sublevados.

En torno a los días 14 y 15 —no está claro— (Steer dice el 14; Pardo San Gil el 15), se presentó el acorazado España. Tanto Pardo San Gil como G.L. Steer coinciden en que, acompañando al acorazado, vino el destructor Velasco. Otro que también confirma su presencia, pero sin concretar fechas, es el periodista Manuel Chiapuso. Y, mientras, el diario Frente Popular sólo hablará del Cervera y del España. Sea como fuere, el Velasco aparecerá el día 16 bombardeando la costa vizcaína, para luego retirarse a la base de El Ferrol, en poder de los sublevados.

El juego del ultimátum comenzado días atrás por el Cervera volverá a sucederse y —siempre según Steer— el teniente de carabineros Ortega, ya Gobernador Civil de Guipúzcoa, amenazó con fusilar a “cinco prisioneros por cada víctima de los bombardeos navales o aéreos”. El “juego” del ultimátum se acabará el 17 de agosto, fecha en que el Cervera y el España comienzan a cañonear la costa.

Mientras todo ésto sucedía, en San Sebastián reinaba la inquietud. Recordemos que los donostiarras acababan de ser bombardeados por aviones. Los turistas, en especial aquellos que se hospedaban en los hoteles cercanos a la bahía de la Concha, estaban de los nervios —y con razón—, por la perspectiva de un bombardeo naval. Y aún con todo, la gente iba a la playa como si nada, algo que contrastaba con el ambiente reinante.

El acorazado “España”. Foto Internet.

PRIMER BOMBARDEO: 17 DE AGOSTO.

A las 8:00 del 17 de agosto de 1936 —Steer lo retrasa hasta las 9:00, tras levantarse la bruma— los habitantes se despertaron a base de cañonazos. Como era de esperar, el desconcierto reinó momentáneamente y los sobresaltados ciudadanos corrieron a refugiarse a los sótanos sin tan siquiera llegar a sonar las sirenas de alarma. Todavía tenían presentes los bombardeos aéreos del día 13.
Steer, desde Hendaya, vió así el comienzo del ataque:

“Desde mi balcón de Hendaya, sobre el suave azul del mar, a unos ocho kilómetros, divisé el pálido horizonte, y como apoyado sobre él por su rígida chimenea, una alargada silueta gris. El “España” parecía inmóvil. Dos fogonazos, sorprendentemente horizontales, iluminaron su costado. Después de largo rato se sintió el estampido de la doble detonación: las ventanas del hotel vibraron con el discreto gong que llama a la comida. Las cabezas se asomaron al unísono a las ventanas. Se oyó un profundo ¡bum, bum! y dos oscuras columnas de humo surgieron cerca del fuerte de Guadalupe”.

“Al mismo tiempo, el “Almirante Cervera” abrió fuego sobre los fuertes y La Concha de San Sebastián. Alcancé a oír las sordas detonaciones de sus cañones en el extremo opuesto, entre las cuidadosamente prolongadas pausas de actividad del España”.

En San Sebastián, el cañoneo de los buques fue contestado por las defensas costeras emplazadas en los montes de Ulía y Urgull. En Ulía, en la punta de Monpás, estaba la Batería de la Diputación —hoy, lamentablemente, en ruinas—, cuya artillería se reducía a 4 vetustos cañones Ordóñez, de cuando la guerra de Cuba. En Urgull, en la batería de Bardocas, habían sido colocadas varias piezas de campaña procedentes de los Cuarteles de Loyola. En Fuenterrabía, el fuerte Guadalupe también se sumará al contraataque —el fuerte contaba con 4 obuses H.S. de 21 cm Mod. 1891 y 6 cañones H.E. de 15 cm Mod 1885—.
Milicianos del Frente Popular
Milicianos del Frente Popular manipulando un cañón en el Fuerte de San Marcos. Kutxateka.
El cañoneo se sucedió a lo largo de toda la mañana e iba dirigido contra los elementos defensivos de la zona: los fuertes de Guadalupe, San Marcos y Txoritokieta, y las defensas costeras de Monpás y Urgull. Algunos proyectiles impactarán en la ciudad de San Sebastián, causando destrozos, pero no víctimas. Un obús fue a parar al muelle, rompió un trozo del malecón que separa el muelle de la dársena y la metralla resultante causó destrozos, levantando algunos trozos de piedra y esparciéndolos sobre la playa. Hacia el mediodía los barcos se retiraron, alejándose de la costa.
A la tarde los barcos sublevados volvieron al ataque. Hacia las 16:00, el Almirante Cervera volverá a cañonear Urgull, San Marcos, Monpás y Txoritokieta. Uno de los proyectiles irá a parar a las obras del nuevo Hospital, cerca del Asilo de Zorroaga. Aquello podía haber sido grave, pues, como se ha dicho, estaba relativamente cerca el orfanato de Zorroaga. El España seguirá atacando el Fuerte de Guadalupe con insistencia. Tras intercambiarse el último cañonazo entre los buques y las defensas, los primeros optaron por retirarse mar adentro.

Según el diario Frente Popular, a lo largo del día, los buques sublevados habían disparado 150 proyectiles, no llegando a causar víctimas; pero sí daños materiales. Durante la mañana se hicieron aproximadamente 100 disparos contra Guadalupe, y unos 20 contra San Marcos, Ventas de Astigarraga y San Sebastián, en especial, contra el monte Urgull. Durante la tarde se hizo aproximadamente unos 30 disparos sobre San Sebastián y alrededores. Según Pardo San Gil, las dotaciones de artilleros de los buques sublevados eran inexpertas y su principal misión en estos bombardeos iniciales era el entrenamiento.

Tras el ataque, el diario Frente Popular, en un intento de calmar a la población, comentará tras el ataque:

“la gente, viéndose bien defendida, se tranquilizó rápidamente. Buena prueba de ello es que las calles se mantuvieron animadisimas y las mujeres, siempre más susceptibles al temor, continuaban en las colas de aprovisionamiento de agua y dedicadas a las compras en los mercados.”

El periodista G. L. Steer lo confirma así:

Los turistas ingleses allí presentes afirmaron que la población civil resistió el bombardeo con la mayor sangre fría: las mujeres siguieron haciendo cola en las fuentes de las calles para recoger su ración de agua, y efectuaron sus compras diarias con los vales del Frente Popular; esculturales y descubiertas mujeres de España.

Al día siguiente  (día 18), el diario Frente Popular, en su portada, dará noticia del combate y avisará a los posibles alarmistas —los que propaguen bulos o induzcan al derrotismo—, serán considerados “facciosos” y penados de muerte. También dará la noticia de que se da licencia a cualquier ciudadano guipuzcoano para detener a los alarmistas y entregarlos en los comisariados para ser juzgados y sancionados. Los avisos contra alarmistas se repetirán con cada bombardeo, a los que se sumarán diversas medidas restrictivas, dejando entrever, al parecer, que las autoridades de la Junta de Defensa temían la presencia de un espía en su campo.
El mismo diario también dará noticia sobre el aumento del número de sirenas “contra aviones”, que, como ya hemos visto, comenzaron a usarse ante la presencia de barcos enemigos. La nueva sirena sería la de la fábrica de cervezas Kutz y el público, en caso de necesidad, podría refugiarse en los sótanos de dicha fábrica.
Nota del Gobernador Civil que fue radiada el 18 de agosto. Foto Frente Popular.

BOMBARDEO DEL 18 DE AGOSTO

El bombardeo del día 18 es el peor para San Sebastián, las bombas caerán sobre la ciudad y habrá muchos heridos, varios muertos y cuantiosos daños materiales. Lo veremos por partes.
A primera hora de la mañana, frente a Urgull, se situó el acorazado España, mientras que el crucero Almirante Cervera se posicionó frente a Guadalupe. Antes de las 9:00 volvió a resonar en las calles de San Sebastián el funesto sonido de la sirena de la Avenida Libertad, situada en el edificio del antiguo diario El Pueblo Vasco. Las gentes corrieron a refugiarse y, sobre San Sebastián, comenzó a llover fuego. El acorazado no disparaba sobre las defensas de la ciudad; disparaba contra la ciudad. Según el periodista Steer, llegó a disparar un total de 80 proyectiles. Mientras aún caían las bombas, las ambulancias y los bomberos comenzaron a recorrer las calles. La artillería local —Monpás y Urgull— hizo lo que pudo con sus deficientes piezas. El barco sublevado estaba fuera de su alcance. Hacia el mediodía —a las 11:00, según Pardo San Gil— cesó el fuego. y pronto se advirtieron las consecuencias del ataque.
En Guadalupe la cosa fue distinta. El Almirante Cervera, con menor potencia de fuego, dio peores resultados que el España el día anterior, siendo repelido por fuego del fuerte —y supuestamente dañado por uno de los obuses—.
Durante la tarde reinó una tensa paz. Las baterías donostiarras dispararon contra el España, que se mantuvo alejado y no “contestó” al ataque —aunque Pardo San Gil habla de que siguió cañoneando contra los fuertes de Guadalupe y San Marcos—. El Almirante Cervera, supuestamente dañado tras su retirada de Guadalupe, fue avistado en San Sebastián junto al España, para luego ser visto navegar hacia occidente, con destino al puerto de El Ferrol.Al día siguiente (día 19), el diario Frente Popular abrirá portada con la interrogativa frase: “¿Se ha hundido en el mar el Almirante Cervera? Especulará con el hundimiento del buque, haciendo mucha propaganda del hecho, pese a no poder garantizarlo. Pardo San Gil —en su obra sobre la Marina Auxiliar Vasca— comentará, en cambio, que el Cervera marchó con dirección al Ferrol para repostar combustible. Fuera “herido” o no, lo que sí es cierto es que no se hundió, siguió combatiendo a lo largo de la guerra y, por si fuera poco, estuvo en servicio hasta 1965. Ahora veamos a dónde fueron a parar los obuses.
Destrozos en la Casa de Maternidad de Aldaconea, hoy Nazaret Zentroa. Imágen procedente de noticiero británico.

LOS DESTROZOS DEL 18 DE AGOSTO

Uno de los proyectiles cayó sobre la Casa de Maternidad, en Aldaconea —hoy Nazaret Zentroa—. Pudo haber sido una verdadera desgracia. El obús al impactar pasó de una llamarada a una nube de humo que envolvió todo el edificio. En un principio se pensó que se había declarado un incendio y se avisó a los bomberos, pero, por suerte, no hubo tal. Del vecindario acudieron multitud de personas —más de cien personas, comenta el diario Frente Popular—, que se congregaron en torno al edificio para auxiliar a los posibles heridos. Los destrozos fueron grandes, así lo describe el diario:

“el obús o los obuses que allí cayeron dieron de plano en la parte alta del edificio y arrasaron las tres cuartas partes de los pisos altos que dan al Paseo de Atocha. Solamente quedó en pie el torreón y parte baja del inmueble. Los dos pisos altos quedaron reducidos a escombros.”

No solo el edificio quedó destrozado, también las camas y el resto del mobiliario se echó a perder. En el jardín de la Maternidad quedaron también destrozados dos automóviles, que fueron prácticamente cubiertos por los cascotes procedentes de la cornisa y del tejado. Uno era propiedad del doctor Arrillaga; el otro, el de servicio del establecimiento.
Por suerte no hubo víctimas: todas las enfermas habían sido trasladadas a los sótanos y planta baja del edificio. En la parte alta solo quedaron el administrador, Astudillo, y otros dos médicos. Nadie sufrió daño.
En Eguía hubo escenas terribles. Frente a la Tabacalera, en las casas números 7 y 9, los proyectiles cayeron en la parte posterior, derribando todas las paredes, desde el 5º al 1º. Así lo describe el diario:

“Con estrépito y con polvareda imponentes producidos por los escombros. Se entremezclaba con el derrumbamiento, los ayes de los heridos.”

Los vecinos, prontos a salvar sus enseres, comenzaron a sacarlos de las ruinas y colocarlos en la plazoleta situada frente a la Tabacalera, a las puertas del parque de María Cristina —Cristina Enea—. Otros ayudaban a extraer los heridos y muertos para llevarlos al Hospital. Los ilesos eran atendidos en la Tabacalera.
Dos imágenes de los desperfectos de San Martín, 55. Kutxateka y Frente Popular.
Un obús fue a caer en la casa nº 4 de la calle de Ronda. El proyectil entró en el piso 4º y atravesó el suelo hasta llegar al 1º, destrozando a su paso tabiques y muebles. El resultado, a parte de los destrozos, fueron dos heridos.
Otro proyectil impactó contra una casa de la calle de Aguirre Miramón cuya entrada estaba por el Paseo de Colón nº 9. Entró por la parte alta del 2º, rompiendo el balcón al completo y traspasando tres tabiques. No causó víctimas, pero estuvo a punto de hacerlo, ya que los vecinos estaban conversando en la cocina. A consecuencia de la explosión reventaron los cristales de casi todas las casas de la calle Aguirre-Miramón.
En la calle de Usandizaga un obús impactó contra las casa números 15 y 13. No explotó, pero atravesó los tabiques del cuarto piso de la primera para terminar en el primero de la segunda. A consecuencia del “trasiego” del proyectil, el ascensor y las escaleras quedaron tan gravemente dañados que los arquitectos ordenaron apuntalar las paredes.Un proyectil, que no explotó, cayó en medio de la calle de Peña y Goñi, esquina con la Avenida del Kursaal —Av. Zurriola—, quedando enterrado. Al día siguiente fue extraído del lugar.
Otro obús fue a parar a unos metros de la casa de Altolaguirre, situada en la Avenida de Francia, esquina con Iztueta. Una esquina del edificio sufrió desperfectos y la metralla llegó a arrancar una piedra de la barandilla del Urumea y a esparcirse por los alrededores.

En su trayectoria, un proyectil arrancó la chimenea de un chalet de la Concha y terminó en el 55 de la calle San Martín, en el lugar donde en aquel tiempo estaba el comercio El Barato. La bomba alcanzó la parte baja del edificio destrozando el portal y matando a una mujer embarazada.

 
Destrozos en Zubieta 52, vistos desde el paseo de la Concha. Imágen procedente de noticiero británico.
Tres villas de la Concha recibieron el impacto directo de un proyectil. La que llevó la peor parte fue el número 52 de la calle Zubieta. El obús arrancó la balaustrada que daba a la Concha y destruyó la terraza, haciendo volar grandes bloques de piedra hasta el centro del Paseo. La bodega quedó destrozada y hubo algunos heridos. Los pilares de la villa quedaron dañados y tuvo que ser  acordonada por haber peligro de derrumbe.
Otras villas de la calle Zubieta, números 30 y 32, recibieron grandes destrozos. Un proyectil entró entre ambas, y se dividió, destruyendo los dos pisos altos de las villas, saliendo por la calle Zubieta por dos orificios distintos. La metralla alcanzó a la fachada casa sita en frente.
Las casas números 31 y 33 de la calle San Bartolomé —una de ellas propiedad de Romaguera y Garmendia y la otra de Lojendio—, terminaron en muy mal estado. El obús impactó en el 4º y arrasó los pisos desde el 6º hasta el 2º. Todo ellos quedaron destrozados, incluido el mobiliario. Al existir peligro de derrumbamiento, el número 31 fue desalojado. Pese a que algunos de los vecinos se ocultaron en la bodega, hubo heridos.
En las cercanías de la Concha cayó un proyectil de gran tamaño que no llegó a detonar.
En la Parte Vieja hubo también desperfectos, pero no hay más información.
En la zona de Aldapeta cayeron varios proyectiles. Un obús fue a parar a la finca Arbaicenea —perteneciente al, entonces, “exduque” de Sotomayor—, causando grandes destrozos, especialmente en el arbolado. No hubo víctimas, ya que parte de la vecindad se ocultó en la bodega. Otro proyectil cayó en la finca del señor Rozanes, situada en la cumbre de Aldapeta —hoy Duque de Baena, 42—. Sufrió grandes destrozos en las torres y parte alta del edificio. En los campos de Aldapeta la metralla destrozó parte del arbolado. Y, en el alto, hubo un obús que no llegó a explotar y que sería recogido al día siguiente.
En la zona de Amara los proyectiles fueron a parar en torno a la Fábrica de Gas, consiguiendo solo levantar grandes extensiones de tierra. En el Alto de Amara, un obús fue a impactar en las cocheras de Goenaga —al parecer dañadas en un bombardeo anterior—. La explosión levantó mucha tierra, arrancó dos árboles, que fueron a caer en un abrevadero, que existía allí para unos mulos, y sobre el Matadero.
 
Imágen de mala calidad de los destrozos en el 31 y 33 de San Bartolomé. Frente Popular.
Dos proyectiles de gran calibre fueron a parar a Oriamendi, que no llegaron a explotar y serían trasladados al Ayuntamiento de Hernani.
En Añorga, en las proximidades de la fábrica de cemento, cayeron dos obuses cerca de donde ocurrió la catástrofe ferroviaria del 12 de julio (1936). Al no explotar, terminaron siendo recogidos por los bomberos.
Ese mismo día, se entregaron en la Diputación trozos de obús de entre 50 y 60 kilos de peso. Según el diarioFrente Popular, los proyectiles disparados sobre la ciudad tenían un peso que oscilaba entre los doscientos y los trescientos kilos.

Tras el bombardeo, durante toda la tarde, los supervivientes se dedicaron a rescatar los enseres entre los escombros. Algunos vecinos que perdieron sus casas buscaron refugio en los domicilios de sus amistades.Al día siguiente (día 19), el diario Frente Popular publicará en portada la ya mencionada duda del “hundimiento” del Almirante Cervera y un manifiesto titulado “Baterías del Pueblo: La ciudad no se rinde”. En segunda página la noticia del bombardeo ocupará la totalidad de la plana, con títulos enunciando la criminalidad del suceso, junto con una nota —que el día anterior había sido radiada— del Gobernador Civil dando parte de las acciones de venganza en caso de nuevo bombardeo. En la tercera página seguirá hablándose del supuesto hundimiento del Cervera. En la cuarta página se habla del Consejo de guerra ocurrido en la madrugada del mismo día (todavía, supuéstamente en marcha al imprimir la edición). En última página, el diario expone un reportaje fotográfico con los destrozos ocasionados por el bombardeo.También se vuelve a dar noticia sobre las sirenas: la Comisaría de Guerra recibió quejas de que el sonido de la sirena de El Pueblo Vasco (Av. Libertad), apenas llegaba a los vecinos del barrio de Gros. Las autoridades habilitarán la sirena de la fábrica de Louit.

Es curioso advertir que en primera plana, en una columna, que trata sobre la figura del espía. Acuérdense de lo dicho más arriba sobre los alarmistas. Puede parecer una casualidad, pero luego veremos algunas cosas que darán que pensar. No será la única nota del diario, habrá otras como la de la Comisaría de Comunicaciones avisando sobre el uso del teléfono bajo autorización oficial o la prohibición del paso de cualquier persona, aunque tenga salvoconducto oficial de las Comisarías, por el Puente Internacional de Irún. A medida que pasen los días las restriccines irán en aumento.
 
Destrozos en Zubieta 52, vistos desde el paseo de la Concha. Imágen procedente de un documental británico.

LAS VÍCTIMAS DEL 18 DE AGOSTO

El diario Frente Popular facilita la siguiente lista de heridos. Según el diario, la cifra de muertos asciende a 4 muertos y 38 heridos —la redondea en 40 heridos—. El propio diario avisa de que la lista de fallecidos podría estar incompleta por estar buscándose entre los escombros de las casas de Eguía a dos vecinos.LOS HERIDOS:
En el Hospital Civil de Manteo fueron atendidos:
  • Lucila Diaz Muñoz, de 21 años, casada. Domicilio en Eguía, 7. Fallecida.
  • Petra Pineda Huarte, de 22 años, casada. Domicilio en Eguía, 7. Fallecida.
  • Anónima, señora embarazada, habitaba en la calle de San Martín, 55. Fallecida.
  • Pío Tamarón Ochotorena, de 70 años. Conmoción cerebral, de carácter grave.
  • Aurelio Mesa Alonso, de 40 años. Domicilio en el Alto de Amara, 1. Fractura conminuta de pie. Grave.
  • Juan Insausti Yugueros, de 30 años, de Tolosa. Habitante en Atocha, Z. Pronóstico reservado.
  • Manuel Guembre (o Güembe) Miraso. Ronda, 4, cuarto. Grave.
  • María Teresa Rodrigo Diaz, seis meses. Eguía, 7. Leve.
  • Benjamina San Vicente Ayucar, 55 años. Eguía, 7. Leve.
  • Roberto Machin Relancio, 8 años. San Bartolomé, 31. Leve.
  • Carmen de Caso Ridaura, 17 años. San Bartolomé, 33. Leve.
  • Manuel Martínez Rodríguez, 29 años. Atocha-Eguía. Leve.
  • Miguel Arratibel Iraeta, de 2 años. Herido en la Maternidad. Leve.
  • María Jesús Bereciartúa Ibarzábal, 4 años. Atocha, 5. Leve.
En el Hospital de Sangre del Hotel de Londres fueron asistidos:
  • Luisa Dueñas, de 46 años, de Dueñas (Palencia), con domicilio en Atocha, 9, 2º. Magullamiento general.
  • Petra Cantalapiedra, de 23 años. Domicilio en Eguía. Fractura de la nariz y heridas contusas en diversas partes del cuerpo.
  • Mercedes Ruiz de Galarreta, 18 años. Domicilio en Ronda, 4, 3º. Natural de Pamplona. Herida contusa en la región occipital y contusiones en ambos brazos.
  • Roberto Machim de Relancia, 8 años, San Bartolomé, 31. Leve. [se repite, ¿un error?]
  • Eugenio Garbizu, 62 años. Zubieta, 52. Herida en el tercio superior del muslo izquierdo. Leve.
  • Hilaria Ezquerra, 23 años. Natural de Lizarraga, domiciliado en Bermingham. Herida en la calle de Aguirre Miramón. Contusiones en la región frontal. Leve.
En la Casa de Socorro, fueron asistidos:
  • Maximino Ochoa. Leve.
  • Antonio Echeverría. Pronóstico reservado.
  • Francisco García. Pronóstico reservado.
  • Lucía García. Leve.
  • Mercedes Fernández. Leve.
  • María Vergara. Leve.
  • Flora Mochín. Leve.
  • María Sorna. Leve.
  • Manuela Arregui. Leve.
  • Pablo Vergara. Leve.
  • José Luis Mafioli. Leve.
  • Beatriz Cristóbal. Leve.
  • María Teresa Arratibel. Leve.
  • Paquita Alzugaray. Leve.
  • Anita Manzano. Leve.
  • Celedonia Aguinaga. Leve.
  • Luis Martínez. Leve.
En el Asilo de niños de San José, fueron asistidos:
  • Un niño de unos tres años, anónimo y que fue recogido en el barrio de Eguía (Aldacoenea). Su estado era gravísimo y se temía que falleciese de un momento a otro.
  • Magdalena Lanchas, con domicilio en el Paseo de Colón, D, 2º Dcha. Leve. Procede de la Maternidad y pasó a su domicilio.
  • Un niño llamado Felipe, de 4 años, recogido en Aldacoenea y que fué llevado al cuartel de las Milicias.
  • Blanca Alcalá del Olmo, de 93 años, domiciliada en la calle de San Martín, 55, segundo izquierda. Su estado fué calificado de pronóstico reservado.
En la Casa de Maternidad fueron asistidas otras tres personas que sufrían contusiones por heridas causadas por cristales rotos. Pese a que el diario da la cifra de 38 heridos, y la redondea a 40 en el titular, según la lista aportada, los heridos ascenderían a 41.

A posteriori, se dará noticia de la sensible mejora de los heridos Aurelio Mesa y Manuel Güembe Miraso.

Esquela publicada en el diario Frente Popular. Foto Frente Popular.
LOS FALLECIDOS:Como hemos visto, en principio, y según el diario, eran 4 los fallecidos: dos jóvenes (Lucila y Petra) y una mujer embarazada. Pero la cifra tal vez sea mayor. Veamos qué es lo que pasa.
El periodista G. L. Steer, corrobora las cifras del diario —4 muertos y 38 heridos—; pero hay una variación en quiénes son los fallecidos y un probable error de contabilidad. Según él fueron: dos muchachas jóvenes de 21 y 22 años —Lucila y Petra, claramente—, una mujer de 50 y un hombre de 60. La mujer de 50 años tal vez se trate de la embarazada anónima del diario. Entonces, al estar embarazada, harían 5. El hombre de 60 quizás sea Quirino Martín, que fallecería un día más tarde.
El día 20 se dará noticia de la muerte de Quirino Martín González —miembro del Sindicato de Acomodadores y Similares de la UGT— a consecuencia del bombardeo. Apenas se había recuperado de una enfermedad cuando cayó una bomba en su domicilio.
Como ya se ha dicho, la cifra de fallecidos podría no ser correcta. Incluso, podrían ser más, ya que el propio diario avisa de la “inminente muerte” de un niño anónimo, de tres años y recogido en Aldaconea. Lo que haría ascender la lista de muertos a 5 o 6 —la última cifra es confirmada el diario La Vanguardia, junto con los 40 heridos—. Y aún así, también faltaría saber si los heridos más graves y los dos supuestos desaparecidos de Eguia sobrevivieron.
Sobre los funerales sólo conocemos el de las dos jóvenes. A las 16:00 del día 19, se trasladaron a Polloe los cadáveres de Lucila y Petra, ambas vecinas de Eguía, 7. La comitiva fue numerosa y salió del Pº Duque de Mandas, letra N, lugar donde vivía la madre política de una de ellas. Al día siguiente, en la prensa aparecerá una nota de agradecimiento de los dos maridos —Daniel Diez Aparicio y Ángel Rodríguez— por las condolencias recibidas y por la imposibilidad de hacerlas personalmente.
Imágen de la Cárcel de Ondarreta, hacia 1947. Revista San Sebastián (1948).

MADRUGADA DEL 19 DE AGOSTO: LA REPRESALIA

Como ya hemos visto, tanto por radio como por la prensa, se dió aviso de las consecuencias que tendría un bombardeo sobre la ciudad: represalia contra los presos. Tras el bombardeo, en la madrugada del día 19, el Consejo de Guerra dictó sentencia en Ondarreta contra 8 sublevados acusados de rebelión:
  • Enrique Herce Huarte, comandante de Carabineros, 43 años. Fusilamiento.
  • Eugenio Calvo Granada, capitán de Carabineros, 45 años. Fusilamiento.
  • Juan Recacho Eguía, teniente de Carabineros. Fusilamiento.
  • Félix Sáiz Baile, alférez de Carabineros, de 58 años. Absuelto.
  • Ángel Fuentes García, alférez de Carabineros, de 53 años. Absuelto.
  • Vicente Domínguez Hera, teniente de Carabineros, de 33 años. Fusilamiento.
  • Félix Fernández Prieto, capitán de Infantería de la Escuela Superior de Guerra. Fusilamiento.
  • Alfonso Vignau, procurador de los Tribunales. Pena de reclusión perpetua.
Tras ser dictada la sentencia, se dió a conocer a Madrid por vía telegráfica y, tras ser aprobada, fue leída a los procesados y ejecutada a última hora de la tarde. 5 hombres serían fusilados. Cuando los sublevados tomen el control de San Sebastián, serán convertidos en “mártires” y usados como parte de la propaganda.

BOMBARDEO DEL 19 DE AGOSTO

A las 9:30 volvió a aparecer el acorazado España frente a la costa y, pocos minutos más allá de las 10:00, comenzaron los cañonazos. Y vuelta a la rutina de costumbre: alarma en el vecindario, las baterías donostiarras responden contra el acorazado. Entonces, el España cambió de plan: apuntó en dirección a Pasajes y abrió fuego. No queda clara la razón de tal actitud. Según el diario Frente Popular, pudiese tratarse de un intento de destruir los depósitos de la CAMPSA y volar un supuesto polvorín que se hallaba en las inmediaciones. En cambio, Pardo San Gil dice que bombardeó San Marcos.
El fuerte de Guadalupe comenzó a responder al fuego enemigo. Hacia la primera hora de la tarde, tras disparar el acorazado poco más de una docena de obuses, éste tornó su proa al horizonte y marchó con dirección a El Ferrol a carbonear y municionar. Y poco más tarde, a eso de las 14:55, sonó la sirena de El Pueblo Vasco dando los tres toques que avisaban de la desaparición del peligro. El diario Frente Popularinsinuará que la rápida retirada del España respondía a un impacto recibido.
A la tarde se volvieron a escuchar explosiones. Aquello no fueron más que las detonaciones de las bombas sin estallar que el Almirante Cervera había disparado el día anterior. También toda la metralla y obuses que se fueron encontrando en los alrededores, fueron llevados a la Diputación.
Durante el día, el embajador de Francia se personó ante el Gobernador civil para darle noticia de la condenación del ataque del día 18. El embajador, acompañado de su señora y varios periodistas franceses e ingleses, recorrió la ciudad visitando los lugares afectados por el bombardeo. El embajador hizo una donación a favor de la “Suscripción Pro Damnificados” por valor de 500 pesetas.
Entre el 18 y el 19 ocurrió un hecho que podía haber cambiado el sino de la campaña. El submarino republicano C-6, proveniente de Cartagena, tuvo en su mira tanto al Almirante Cervera en Asturias como alEspaña en San Sebastián. No llegó a disparar. El comandante, Mariano Romero, hizo todo lo posible por evitar el torpedeamiento. Sus hombres lo acusarán de traidor y lo entregarán a las autoridades en Cartagena, donde será destituido del mando. Posteriormente se pasará al bando sublevado.
Dos instantáneas de obuses cayendo en la bahía de la Concha. Frente Popular.

BOMBARDEO DEL 22 DE AGOSTO

Vuelve a aparecer en el horizonte un barco. El diario Frente Popular, no dará nombre alguno y se limitará a darlo por “desconocido”. Según Pardo San Gil se trata del Almirante Cervera, que como se ha dicho, no debió resultar “herido” y siguió actuando en torno a la costa asturiana, para reaparecer en la costa guipuzcoana el día 22. Se explica el silencio del diario…
El barco hizo acto de presencia a eso de las 10:00 y disparó no más de cuatro cañonazos sobre San Sebastián. Solo se sabe el paradero de tres de los proyectiles: uno cayó en el jardín de la casa del vigía del castillo, otro en la dársena del muelle y un tercero hacia Monpás. Ninguno de los proyectiles causó daño, salvo algunos desperfectos producto de la metralla. El fuego fue contestado por las baterías —al parecer, según la prensa, desde Guadalupe se hicieron 35 disparos— y el buque se retiró.
A la tarde volvió a presentarse el mismo buque y disparó cerca de una veintena de proyectiles, al parecer sin un objetivo claro. Sobre el paradero de los obuses se sabe que dos o tres cayeron en la bahía de la Concha; uno en la plazoleta que hay frente a La Perla, quedando enterrado sin explotar; otros “bordearon” los fuertes próximos a San Sebastián, “incrustándose en la tierra”; otros pasaron sobre la ciudad “silbando” y cayendo en los campos de Loyola “o más lejanos aún”. También la metralla hizo de las suyas: uno de los trozos cayó en la calle Churruca, esquina con la Avenida Libertad frente al, entonces, Banco Central —hoy La Caixa—, alcanzando un carrito de los helados al que hizo un pequeño boquete en el techo, cayendo después al suelo, sin más daños. No hubo víctimas. El bombardeo fue nuevamente contestado por las baterías y, a última hora de la tarde, el buque se alejó mar adentro.

Si le damos algo de credibilidad a lo que dice el diario Frente Popular, los donostiarras ya estaban acostumbrándose a las “visitas” de los barcos de guerra:

“… el vecindario, acostumbrado ya a estos bombardeos no interrumpe sus colas para el abastecimiento, o con un poco de audacia se estaciona en el Paseo Nuevo para presenciar el bombardeo…”.

Las diferentes fortificaciones mencionadas en el trabajo: 1) Fuerte de San Marcos, 2) Fuerte de Txoritokieta, 3) Fuerte de Guadalupe y 4) Batería de la Diputación. Fotos Internet.

EL BOMBARDEO DEL 23 DE AGOSTO

Poco más allá de las 8:00 comenzó a sonar la sirena. La gente comenzó el trasiego hacia las bodegas, plantas bajas y sótanos. La calma llegó pronto y, pocos minutos más tarde, en San Sebastián se hacía vida normal.
Por la mañana, el Almirante Cervera —aunque Steer y otros medios, tanto la prensa sublevada como la republicana, dicen que era el Canarias, cosa que sería imposible, ya que dicho buque estaba todavía en preparativos—, disparó contra Guadalupe, cayendo los obuses a su alrededor. Al parecer el fuerte no respondió, ya que el barco no estaba a tiro y la niebla sobre el mar era muy densa.
Por la tarde, a las 16:30, comenzaron los barcos —el diario habla en plural, quizás se trate de un error y se trate solamente del Cervera— a bombardear San Sebastián. Varios proyectiles cayeron en la bahía de la Concha, sin causar daño. Pese a que por toda la ciudad se escucharon los silbidos de los obuses, no hay más noticias de impactos.
En el diario Frente Popular del día 24, se da noticia de un nuevo cambio en los toques de sirena. A partir del día 24 los barrios del Antiguo y de Loyola —no hay datos sobre la ubicación exacta de la segunda sirena— son advertidos de que los toques de prevención ante ataques aéreos o navales se hará de la siguiente forma:
  • Un toque de atención largo cuando se acerque un avión.
  • Dos toques de atención largos cuando el que se acerque sea un barco enemigo.
  • Tres toques cortos, tanto en uno como en otro caso, cuando se estime que ha desaparecido el peligro.

BOMBARDEO DEL 24 DE AGOSTO

Hacia las 6:00, la sirena de El Pueblo Vasco comenzó a aullar anunciando el peligro —tal vez por avistamiento de aviones, no queda claro—, pero, a causa de la hora, gran parte del vecindario dormía todavía. Solo unos pocos pudieron escucharla: gentes que hacían cola para el racionamiento de agua y leche. No hace falta decir que, tan pronto como la escucharon, corrieron a los refugios. Por suerte para todos, no pasó nada. Media hora más tarde, hacia las 6:30, comenzaron a escucharse en la lejanía los cañonazos de las baterías. Según Steer, a partir del día 20 los bombarderos sublevados comenzaron a hostigar Irún y San Sebastián. Chiapuso también comenta la presencia de aviones entre las fechas de los bombardeos navales.
Más tarde, hacia las 10:00, volvió a sonar la sirena. Los barcos sublevados —seguramente el Cervera y elEspaña— volvían a apuntar sobre San Sebastián. Una hora más tarde, la gente volvía a estar en la calle y, según el diario Frente Popular: “la población volvió a presentar su habitual fisonomía. las calles, concurridísimas: el mercado y los comercios, muy animados”. Los cañonazos se escuchaban en la lejanía, se estaba bombardeando Guadalupe.
A la tarde, a eso de las 15:30, volvió una vez más a sonar la sirena de la Avenida Libertad. Lanzó dos aullidos avisando de la presencia de barco enemigo. Minutos más tarde se escuchaban lejanos cañonazos. Otra vez las defensas estaban siendo atacadas. El público, con resignación, volvió a los refugios.
A las 19:00 sonó una vez más la sirena, avisando otra vez de la presencia enemiga. Esta vez el cañoneo no fue lejano, los proyectiles cayeron en la ciudad. Uno de ellos fue a parar en las proximidades de la iglesia de Santa María, penetrando en un patio que forman la calle del Puerto y la manzana final de la izquierda de la calle Mayor, lugar donde estaba el bar Alcalde —hoy Casa Alcalde—. El obús destrozó la cocina y la alcoba de uno de los pisos del patio. Por suerte, pese a que la explosión sorprendió a la clientela que allí estaba, no hubo heridos. Otro cayó en Mira-Concha, cerca del Convento del Sagrado Corazón y de una toma de agua habilitada para el racionamiento. Un tercer proyectil terminó en el jardín de Villa Amparo —número 16 de Mira-Concha—. Nadie sufrió daño alguno, solo hubo que lamentar desperfectos en el jardín y los cristales de la villa y otros inmuebles próximos.
A la noche, en torno a las 23:00, entre el Paseo de los Fueros y el barrio de Gros, sonó una explosión. Los sorprendidos ciudadanos pronto pensaron de que se trataban los barcos sublevados que, ésta vez, atacaban por la noche. Solo fue un susto, alguien había colocado un “petardo” en la terraza del café Kutz. Días antes había ocurrido algo similar en la terraza del café Madrid y días posteriores volverá a suceder. La constante de estallidos de “petardos” y los continuos avisos y medidas contra el alarmismo y el espionaje, hacen pensar que pudiese tratarse de algún tipo de acción clandestina. También se incluirán medidas como el toque de queda, la creación de una Guardia Cívica y la retirada de radios.

BOMBARDEO DEL 31 DE AGOSTO

El acorazado España vuelve a hacer acto de presencia en la costa guipuzcoana. El día 31 merodeará en torno a Jaizkibel y volverá a intentar una vez más hacer blanco sobre el Fuerte de Guadalupe, de manera infructuosa. Según Pardo San Gil, la historia podría ser ligeramente diferente: el España comenzó a bombardear Guadalupe unos días antes, el día 27, pero como la niebla le impidió atacar, esperó hasta el día 30 para volver a bombardear y, luego, efectuó un último bombardeo el día 31. Sea como fuere, a partir del día 31 no hay más noticias sobre bombardeos navales en torno a San Sebastián y Jaizkibel. Aquí terminan los bombardeos navales de Agosto.

LA PRENSA Y LOS BOMBARDEOS

Como fuente principal para redactar el artículo se ha usado el diario donostiarra Frente Popular. Gracias a él se pueden saber detalles como los días de los bombardeos, las ubicaciones más o menos precisas de los daños y la lista de víctimas, además de otros hechos en torno a los bombardeos. A modo de contraste he consultado diarios, de ambos bandos, de la época; pero, por desgracia, solo he tenido acceso a un contado número de ejemplares.En general, los diarios dan breves reseñas de los sucesos y solo se muestran interesados en el constante cañoneo entre ambas partes, la cuantiosidad de proyectiles disparados y pocos detalles más. Las únicas diferencias encontradas son algunas rocambolescas versiones de los hechos. Veámoslo por partes.La prensa republicana calca la información publicada por el diario donostiarra —especialmente los diarios vizcaínos—. A ésta información se le sumarán pequeños breves de orígenes diversos y poco fiables. Quitando el hecho más grave —el bombardeo del 18 de agosto—, la noticia a la que se le da más importancia es la del supuesto hundimiento del Almirante Cervera, que correrá como la pólvora.En cambio, la prensa sublevada se limitará a reseñar muy brevemente los bombardeos. Solo hablará de la constancia de los bombardeos sobre San Sebastián y Guadalupe. Estas informaciones saldrán de medios tan diversos y poco fiables como los usados por sus oponentes —curiosamente, compartirán la información de alguno de estos medios—. A todo esto hay que sumar las noticias más o menos exageradas como: la “destrucción” del Fuerte de Guadalupe, la Plaza de Toros y hasta el Kursaal; e, incluso, la espontánea rendición de la ciudad —según Queipo de Llano—, o el fusilamiento de dirigentes nacionalistas como Telesforo Monzón… También se llegará a decir que en San Sebastián se ha declarado una epidemia de tifus —seguramente una exageración de la noticia publicada, y seguramente radiada, por el Frente Popular (día 20) sobre la salubridad de las aguas de la provincia: “totalmente potables, pese a las restricciones” y del “ofrecimiento gratuito de la vacuna del tifus para voluntarios”—. Algunas noticias hablan del Canariasbombardeando la costa de Guipúzcoa que, como ya se ha dicho, sería imposible por estar todavía en puerto.También me he servido de los trabajos de los periodistas Manuel Chiapuso —Los anarquistas y la guerra de Euskadi— y G. L. Steer —El árbol de Gernika: un ensayo de la guerra moderna—. Ambos, desde sus funciones, estuvieron más o menos presentes en los hechos: Chiapuso era redactor del diario anarquista donostiarra El Crisol y Steer estaba como corresponsal de guerra en Hendaya.
Este muro está situado en el monte Urgull y es el único testimonio visual del bombardeo del acorazado España. El muro fue reconstruido con posterioridad al ataque, de ahí la franja de cemento hacia la mitad de la imágen. Foto Donostiando.

A POSTERIORI

La batalla de Irún comenzará el 27 de agosto. Los barcos, en su maniobra de entretenimiento, han conseguido que las tropas sublevadas avancen desde Navarra y tomen posiciones en torno a la ciudad. Tras la caída de ésta el 5 de septiembre, San Sebastián quedará sentenciada: será evacuada y abandonada a su suerte.
Tiempo después —30 de abril de 1937—, se volverá a hablar del acorazado España. Éste se hundirá ante la bocana del puerto de Gijón, tras chocar con una mina supuestamente colocada por un minador de su propio bando, el Júpiter. Allí, a una profundidad respetable a la que solo los más avezados buzos pueden bajar, yace el que fuera el buque insignia de la armada sublevada. Y  el Almirante Cervera, como ya hemos visto, nunca fue hundido, sino jubilado muchos años después.

Y MUY A POSTERIORI

Una sorpresa deparará el futuro: la que ocurrió en octubre de 1999. En la Librería Internacional —hoy desaparecida—, situada el número 6 de la calle Churruca, el público descubrió que en su sótano se escondía un proyectil del acorazado España.

La historia del obús es muy curiosa. Dicho proyectil fue a caer en San Marcos, seguramente durante el bombardeo del 17 de agosto, sin llegar a explotar. Allí lo desactivo el padre del, entonces, propietario, Juan Repiso. De allí pasó al sótano de la librería, del que no saldría hasta más de 60 años después. Los dueños de la librería, hartos de tropezarse con él y, ya que ocupaba tanto espacio, decidieron deshacerse del proyectil. Repiso llamó a la Ertzaintza para que inspeccionaran y retiraran el artefacto.
En la librería se presentó la unidad de desactivación de explosivos. Y como no pudieron subirlo por las escaleras —el proyectil superaba el metro de altura—, hicieron un boquete en la parte baja del escaparate y, tras soldarle dos argollas, con una grúa, de las que se usan para retirar coches, lo sacaron de allí.
El “espectáculo” llamó la atención de los peatones, que allí se congregaron a observar las maniobras de la policía. Mientras, los paisanos especulaban con que sí el obús podía explotar, cosa imposible porque, como ya se ha dicho, se hallaba desactivado. El asunto acabó a las 12:00 y del obús nunca más se volvió a saber. Actualmente sigue en paradero desconocido.
Pese a todos los cuidados que se tuvieron durante la operación, hubo un herido: un ertzaina. Éste estaba en el sótano y cayó sobre su pie una viga que por allí había mal colocada y tuvo que ser evacuado al Hospital de Aránzazu en una ambulancia de la Cruz Roja. Por suerte no hubo consecuencias.
ION URRESTARAZU PARADA

FUENTES:

HEMEROTECA:

Frente Popular:

  • Frente popular: Diario de la República. Domingo 16 de Agosto de 1936.
  • Frente popular: Diario de la República. Martes 18 de Agosto de 1936.
  • Frente popular: Diario de la República. Miércoles 19 de Agosto de 1936.
  • Frente popular: Diario de la República. Jueves 20 de Agosto de 1936.
  • Frente popular: Diario de la República. Viernes 21 de Agosto de 1936.
  • Frente popular: Diario de la República. Domingo 23 de Agosto de 1936.
  • Frente popular: Diario de la República. Lunes 24 de Agosto de 1936.
  • Frente popular: Diario de la República. Martes 25 de Agosto de 1936.
  • Frente popular: Diario de la República. Martes 1 de Septiembre de 1936.
  • ABC. Madrid, 19 de Agosto de 1936.
  • El Liberal. 19 de agosto de 1936.
  • El Nervión. Martes, 18 de Agosto de 1936.
  • El Nervión. Miércoles, 19 de Agosto de 1936.
  • El Nervión. Jueves, 20 de Agosto de 1936.
  • El Pueblo Vasco. 18 de Agosto de 1936.
  • El Pueblo Vasco. 19 de Agosto de 1936.
  • El Pueblo Vasco. 21 de Agosto de 1936.
  • El Pueblo Vasco. 22 de Agosto de 1936.
  • El Pueblo Vasco. 23 de Agosto de 1936.
  • El Pueblo Vasco. 25 de Agosto de 1936.
  • El Pueblo Vasco. 30 de Agosto de 1936.
  • El Sol. Madrid, jueves 20 de agosto de 1936.
  • El Sol. Madrid, sábado 22 de agosto de 1936.
  • Hoja Oficial del Lunes. Bilbao. 24 de agosto de 1936.
  • La Gaceta del Norte. Martes, 18 de agosto de 1936.
  • La Gaceta del Norte. Miércoles, 19 de agosto de 1936.
  • La Gaceta del Norte. Jueves, 20 de agosto de 1936.
  • La Gaceta del Norte. Viernes, 21 de agosto de 1936.
  • La Gaceta del Norte. Domingo, 23 de agosto de 1936.
  • La Gaceta del Norte. Martes, 25 de agosto de 1936.
  • La Gaceta del Norte. Domingo, 30 de agosto de 1936.
  • La Gaceta del Norte. Martes, 1 de septiembre de 1936.
  • La Guinea española. 23 de agosto de 1936.
  • La Libertad. Miércoles 19 de agosto de 1936.
  • La Libertad. Jueves 20 de agosto de 1936.
  • La Vanguardia. Jueves, 20 de agosto de 1936.
  • La Vanguardia. Viernes, 21 de agosto de 1936.
  • La Vanguardia. Sábado, 22 de agosto de 1936.
  • La Voz. Miércoles 19 de agosto.
  • La Voz. Lunes 24 de agosto.

Sublevados:

  • ABC. Sevilla, 20 de Agosto de 1936.
  • ABC. Sevilla, 25 de agosto de 1936.
  • Acción. Las Palmas. 19 de agosto de 1936.
  • Acción. Las Palmas. 26 de agosto de 1936.
  • Acción. Las Palmas. 30 de agosto de 1936.
  • El Compostelano. Santiago, miércoles 19 de agosto de 1936.
  • El Compostelano. Santiago, jueves 20 de agosto de 1936.
  • El Compostelano. Santiago, viernes 21 de agosto de 1936.
  • El Compostelano. Santiago, miércoles 26 de agosto de 1936.
  • El Compostelano. Santiago, viernes 28 de agosto de 1936.
  • El Compostelano. Santiago, martes 1 de septiembre de 1936.
  • El Diario de Pontevedra. Miércoles 19 de Agosto de 1936.
  • El Diario de Pontevedra. Jueves 20 de Agosto de 1936.
  • El Diario de Pontevedra. Sábado 22 de Agosto de 1936.
  • El Diario de Pontevedra. Miércoles 26 de Agosto de 1936.
  • El Diario de Pontevedra. Viernes 28 de Agosto de 1936.
  • El Diario de Pontevedra. Martes 1 de Septiembre de 1936.
  • El Progreso: Diario Independiente. Martes 18 de Agosto de 1936.
  • El Progreso: Diario Independiente. Miércoles 19 de Agosto de 1936.
  • El Progreso: Diario Independiente. Jueves 20 de de Agosto de 1936.
  • El Progreso: Diario Independiente. Pontevedra 22 de Agosto de 1936.
  • El Progreso: Diario Independiente. Miércoles 26 de Agosto de 1936.
  • El Progreso: Diario Independiente. Viernes 28 de Agosto de 1936.
  • El Pueblo Gallego. Vigo, Martes 18 de Agosto de 1936.
  • El Pueblo Gallego. Vigo. Miércoles 19 de agosto de 1936.
  • El Pueblo Gallego. Vigo. Viernes 21 de agosto de 1936.
  • El Pueblo Gallego. Vigo. Sábado 22 de agosto de 1936.
  • El Pueblo Gallego. Vigo. Lunes 24 de agosto de 1936.
  • El Pueblo Gallego. Vigo. Viernes 28 de agosto de 1936.
  • El Pueblo Gallego. Vigo. Sábado 29 de agosto de 1936.
  • Gaceta de Tenerife:diario católico de información. 17 de agosto de 1936.
  • Gaceta de Tenerife:diario católico de información. 18 de agosto de 1936.
  • Gaceta de Tenerife:diario católico de información. 19 de agosto de 1936.
  • Gaceta de Tenerife:diario católico de información. 20 de agosto de 1936.
  • Gaceta de Tenerife:diario católico de información. 21 de agosto de 1936.
  • Gaceta de Tenerife:diario católico de información. 22 de agosto de 1936.
  • Gaceta de Tenerife:diario católico de información. 23 de agosto de 1936.
  • Gaceta de Tenerife:diario católico de información. 25 de agosto de 1936.
  • Gaceta de Tenerife:diario católico de información. 26 de agosto de 1936.
  • Gaceta de Tenerife:diario católico de información. 27 de agosto de 1936.
  • Gaceta de Tenerife:diario católico de información. 28 de agosto de 1936.
  • Gaceta de Tenerife:diario católico de información. 29 de agosto de 1936.
  • Gaceta de Tenerife:diario católico de información. 30 de agosto de 1936.
  • Gaceta de Tenerife:diario católico de información. 31 de agosto de 1936.
  • Gaceta de Tenerife:diario católico de información. 1 de septiembre de 1936.

Revista Naval. Noticias de la Armada Española: Aparece un obús del acorazado “España en el sótano de una librería de San Sebastián. 29 de octubre de 1999.

LIBROS:

  • Barruso, Pedro. Verano y Revolución: La Guerra Civil en Gipuzkoa. Edición digital.
  • Chiapuso, Manuel. Los anarquistas y la guerra de Euskadi: La Comuna de San Sebastián. 1978. Edición digital.
  • Pardo San Gil, Juan. Euzkadiko Gudontzidia/La Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi (1936-39). 2ª ed. Untzi Museoa/Museo Naval. Donostia-San Sebastián, 2008. Edición digital.
  • Steer, G. L. El árbol de Gernika: un ensayo de la guerra moderna. 1938. Edit. Txalaparta.
  • Mortera Pérez, Artemio. Guerra Civil Española: La Artillería del Norte Republicano (I). 2000.
  • Mortera Pérez, Artemio. “Si vis Pacem…”: La Costa Cantábrica. Revista española de historia militar. 2008, Nº. 102-103.

Redescubriendo nuestro entorno con lo que miras y no ves

Sobre el autor

Un donostiarra curioso de su ciudad, entretenido en observar, desde sus ojos de peatón, todo el entorno que le rodea. Porque hay algo más allá que la bahía y la gastronomía, mostraré con todo lujo detalles, las anécdotas y curiosidades que ayuden a ampliar vuestro conocimiento

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