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Ion Urrestarazu

Miradas de un peatón

San Sebastián 1719: Principales sucesos durante la invasión francesa.

Plano del bombardeo del 15 de agosto de 1719./ BNF.

SAN SEBASTIÁN 1719

Principales sucesos durante la invasión francesa

En el marco de la Guerra de la Cuádruple Alianza, la ambición de Felipe V sobre los territorios italianos le iba a pasar factura. En enero de 1719, tras descubrirse la llamada conspiración de Cellamare—urdida para derrocar al regente de Francia, Felipe de Orleans—, los franceses tuvieron la excusa perfecta para declarar la guerra a España.

SAN SEBASTIÁN SE PREPARA PARA LA GUERRA

Tras la declaración de guerra, San Sebastián informa a la Corona de que está falta de armas y víveres. La petición será correspondida y, además, enviará al mariscal Blas de Loya para organizar la defensa. Mientras, la ciudad se prepara para la defensa: las murallas son reparadas y los vecinos forman milicias—1200 hombres en total—, siendo su comandante el alcalde, Antonio de Amitesarobe. No serán los únicos donostiarras que destaquen. Durante el sitio, las mujeres arriesgarán la vida ayudando en las baterías o llevando fajinas de agua a los soldados destacados fuera de las murallas.

Y no estarán solos. De todas partes de Guipúzcoa llegarán refuerzos en forma de compañías de milicias, pertenecientes a la Coronelía de Guipúzcoa. Los milicianos de Azcoitia, Azpeitia, Cestona, Lazcano, Legazpia, Vergara y Villarreal de Urrechua, vendrán voluntariamente para participar en la defensa. Además, la Corona enviará varias unidades pertenecientes a los regimientos “África”—actual “Tercio Viejo de Sicilia”—, de “Sevilla”, “Zamora” y de las Guardias de Corps. Incluso con la ciudad asediada llegarán por mar refuerzos de los regimientos “Flandes” y “León”.

LOS FRANCESES AVANZAN SOBRE SAN SEBASTIÁN

Los franceses entran en Guipúzcoa el 20 de abril, y avanzarán hasta Pasajes, donde conquistarán el castillo de Santa Isabel. Las autoridades donostiarras, visto lo sucedido, abandonarán la torre de Pasajes San Pedro tras clavar los cañones. Dueños ya de la bahía, los franceses avanzarán sobre San Sebastián, teniendo varios encontronazos con las milicias y militares en torno a Alza y el monte Ulía. El 10 de junio, los franceses llegan a la ermita de Uba, que es evacuada in extremis, siendo salvadas la virgen y sus alhajas, además de la campana mayor del templo.

El 15 de junio capitula Fuenterrabía. Dos días más tarde, San Sebastián es consciente de su negro futuro. El grueso del ejército francés quedaba libre para proceder a un nuevo asedio. Y no era el único problema. La ciudad había perdido parte de sus pertrechos y víveres al auxiliar a Fuenterrabía. Ahora, San Sebastián iba a pasar por la misma situación, siendo socorrida por los marinos de Guetaria y Lequeitio.

El 24 de junio, los franceses llegan a las inmediaciones de la ciudad, instalándose en el hoy desaparecido convento de San Francisco. El 1 de julio, el mariscal duque de Berwick, llega por el camino de Hernani y se instala en Ayete, desde donde dirigirá el asedio. Dos días más tarde, San Sebastián queda bloqueada. El resto del mes, barcas cargadas de tropas anglo-francesas asaltarán la isla de Santa Clara en tres ocasiones, siempre apoyadas por artillería desde el Antiguo e Igueldo, además de los navíos británicos. Al final, la isla será evacuada.

EL ASEDIO DE SAN SEBASTIÁN

Desde San Bartolomé a la muralla, abarcando todo el terreno arenoso, los franceses comienzan a cavar trincheras e instalan baterías en las cercanías del puente de Santa Catalina y la Misericordia. San Sebastián apenas pudo impedirlo, a causa del mal diseño de la muralla y la escasez de munición. El 25 de julio—día de Santiago—, los franceses comienzan a bombardear. No buscan destruir la ciudad, sino las defensas y fortificaciones. Sin embargo, algunas bombas dañarán edificios como la iglesia de Santa María y el convento de San Telmo, siendo los artilleros seriamente reprendidos por Berwick.

Los bombardeos proseguirán hasta hacer brechas—precisamente en el lugar del famoso topónimo—en la muralla. La noche del 29 al 30 hubo un primer y fallido asalto. Al día siguiente—día de San Ignacio de Loyola—, los franceses son rechazados nuevamente. Ese día también, a base de salvas, se celebra en la ciudad la noticia de la victoria española en Sicilia. Pese a la grata nueva, la aplastante realidad se impondrá al día siguiente. Tras un nuevo bombardeo a la ciudad, las autoridades locales, conscientes de lo insostenible de la situación, deciden capitular.

El 2 de agosto, la ciudad es entregada a los franceses, no sucediéndose saqueos ni violaciones. Mientras, los militares y algunos donostiarras prosiguen la defensa en el castillo; pero el intenso fuego de artillería y morteros hará que sea imposible. El 17 de agosto, el brigadier De la Mota enarbola bandera blanca, saliendo con todos los honores. Al día siguiente, la Diputación se rinde ante Berwick. El mariscal marchará a combatir al Rosellón. Los franceses ocuparán la provincia hasta la firma de los acuerdos de La Haya y de Madrid, retornando a su patria en 1721.

ION URRESTARAZU PARADA

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Redescubriendo nuestro entorno con lo que miras y no ves

Sobre el autor

Un donostiarra curioso de su ciudad, entretenido en observar, desde sus ojos de peatón, todo el entorno que le rodea. Porque hay algo más allá que la bahía y la gastronomía, mostraré con todo lujo detalles, las anécdotas y curiosidades que ayuden a ampliar vuestro conocimiento

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