Hace semanas que el Diario Vasco cambió la plataforma de todos sus blogs. Aproveché esos días y las Navidades para descansar y recopilar ideas, lecturas, restaurantes y planes para contarlo a mi vuelta.
La vida sin embargo es muy obstinada, una se empeña en coger un camino y la vida te lleva por otro. A veces parece un camino más largo y sinuoso pero la mayoría de las veces es el correcto. Solemos ir con prisas, sin tiempo para fijarnos en los pequeños detalles, para disfrutar de lo verdaderamente importante , que es el camino. Todo esto de la obstinación de la vida viene para contar que cuando murió mi padre, le escribí una pequeña despedida. Hubiera podido escribirle largo y tendido pero el pudor hizo que lo dejase en unas líneas. Mi padre no seguía especialmente mi blog pero seguía mi vida. El no se perdía en el detalle, iba a lo importante. A lo que iba; no ha habido ningún técnico que haya sido capaz de “desatascar “mi blog que obstinadamente se ha quedado en esa despedida. Por lo tanto, empiezo de nuevo. Hace unos años me hubiera dolido mucho tener que volver a empezar, ahora creo que la vida consiste en eso: empezar, hacer, caer, volver, empezar de nuevo… Lo importante es aprender en cada caída y no tardar en levantarse.
Volveré a mis recomendaciones literarias y culinarias. Hay que alimentar el alma y el cuerpo ¿no?
La primera recomendación va a ser para mi prima Isabel, El origen del mundo (Anagrama) del fabuloso escritor francés Pierre Michon. Cuando el protagonista de esta breve pero intensa historia, llega a una pequeña ciudad francesa, se enamora de la dueña de un estanco. Deliciosa, tierna, espléndida.
Para los que seguimos a Paul Auster, llega Diario de invierno (Anagrama) Auster recuerda desde su madurez de escritor, su vida. Después de haber conocido a su mujer y a su hija, su casa y al propio Auster, lo estoy disfrutando. La tercera y última recomendación por hoy, es Para siempre (Seix Barral) de la escritora italiana, Susana Tamaro. Acabo de llegar de visitarla en Porano, una casa en el campo cerca de la maravillosa ciudad medieval de Orvieto. Es un libro profundo que habla de los temas importantes de la vida: el amor, la pareja, la muerte, la infancia y la naturaleza que cura casi todo.Primero leer el libro y luego os contaré el viaje…
Como recomendaciones gastronómicas, ahí van unas cuantas sobre todo para mi amigo Nacho que suele quejarse de vez en cuando…
Le Cabrera, en Bárbara de Braganza, 2. Sobre todo para una cena con una buena amiga o amigo, pero me refiero a un mano a mano (se cena en la barra) y tomar luego un mojito en la parte de abajo. La ensalada César está estupenda. La otra propuesta es el Mercato Ballaró (C/ Santa Engracia, 24) con auténtica comida del sur de Italia. El mercado de San Antón se ha vuelto en uno de mis imprescindibles desde que celebré allí mí pasado cumpleaños y hay un puesto muy recomendable: Puturrúdefoi. Ya os contaré más de él.
Y en Sebastián (esto va más para los de fuera) porque los donostiarras ya lo conocen, recomiendo esta vez Narru, con el prometedor chef Iñigo Peña al tanto de la cocina.
Y como decía al principio, aunque la vida se muestre obstinada, hay que seguir, unas veces mejor, otras peor pero siempre avanzar. “Nada es permanente a excepción del cambio. “ (Heráclito)
Espero que volváis a seguirme.