Acabo de leer la noticia de que el preso Pablo Ibar , sobrino del mítico boxeador José Manuel Urtain, ha sido declarado culpable por el jurado que ha emitido un veredicto unánime. Han bastado tres días y medio de deliberación para entregar el sobre cerrado al jurado con un veredicto demoledor.
Ibar, que ha pasado 24 de sus 46 años en la cárcel y 16 de ellos en el corredor de la muerte, sabrá el 25 de febrero cuál es su condena.Si el jurado pidiera pena de muerte, el juez podría rebajarla a cadena perpetua. Si pidiera el jurado cadena perpetua, no podría imponer una pena más grave.
El periodista Nacho Carretero, visitó y entrevistó a Pablo Ibar en el corredor de la muerte en 2012- Desde ese día, no ha dejado de estar en contacto con Pablo a través del correo postal ni con Tanya, la mujer de Ibar. En su libro de investigación En el corredor de la muerte (Espasa) nos sumerge en una investigación que además refleja la lucha de la familia Ibar y la increíble historia de amor con su mujer Tanya. Con
viene leerlo para entender por qué este nuevo fallo parece muy duro e injusto.Acusado de un triple asesinato, sin pruebas que parezcan contundentes, ha convertido este caso en un sinsentido de la justicia americana. Lean el libro y me dirán si están de acuerdo. La decisión no es firme, podrán apelar pero será otra larga batalla. Tanya al salir del juzgado, no fue capaz de hablar con los medios y el padre de Pablo, Cándido, un ex pelotari vasco, solo podía decir que no se esperaba esto… “ Que no hubiera acuerdo entre el jurado y el juicio se declarara nulo, si pero esto … “
Si este caso creaba dudas desde el principio, la labor del gran periodista Nacho Carretero (A Coruña, 1981) ayuda a entender el vericueto legal en el que se encuentra Pablo Ibar. Carretero, abre cada capítulo del libro con una reflexión de Pablo Ibar sobre lo que supone permanecer en el corredor de la muerte.
La agónica lucha de Ibar por evitar la pena capital, se topa de nuevo con la Fiscalía del caso que ha sido implacable en su decisión. Esperemos que la verdad sea conocida algún día aunque la vida de Ibar quedó marcada para siempre un 26 de junio de 1994.