Los que me conocen bien saben mi cariño y simpatía hacia Joaquín Sabina y me encantó ver que este año ha dado el pregón en los Carnavales de Cádiz 2019, un pregón poético a ritmo de versos repletos de humor. Sabina ejerció de maestro de ceremonias durante toda una gala a la que llevó como artistas invitados a grandes cantantes y amigos porque no era, del todo, ni concierto ni pregón. Era una reunión de amigos, un homenaje de Sabina a Cádiz o viceversa. Pero, ante todo, era diversión y cachondeo.
Quiso estar acompañado por “lo mejor de cada casa”. Comenzó El Gran Wyoming para continuar el cantaor David Palomar, convertido en una especie de impostor de Sabina que incluso hizo dudar al poeta Luis García Montero y a su mujer , la escritora Almudena Grandes, convertidos en enfermeros carnavaleros. A la cantina pirata también acudieron los cantautores Pancho Varona, Rozalén, Jorge Drexler, Antonio Romera Chipi, Vanesa Martín o la cantante Pasión Vega y su emocionante versión de Como te extraño.
Sabina confesó que, pese a haber pregonado en Canarias y Madrid, “nunca voló tan alto este juglar”. “Cádiz es mi retrato en un espejo donde me veo más guapo y menos viejo”, añadió metiéndose al público (y a mí) en el bolsillo.