No consigo recordar mi primer concierto y me gustaría. Recuerdos grandes conciertos, eso sí, pero no el primero. Sin embargo si recuerdo mi primer beso. A los 18, recuerdo Michael Jackson en París, a los 17, Sade en Dublín, Coldplay en Madrid no hace tanto y el de hoy sé que estará también entre los que queden grabados en mi memoria: Shawn Mendes en el Palau Sant Jordi de Barcelona con mi hija quinceañera. Regalo de cumpleaños.
Recordaré nuestro paseo por el barrio de Gracia, la arquitectura de Gaudí vista a través de los ojos de mi hija, la habitación del hotel en un rojo que sintoniza con nuestra alegría y la hamburguesa con patatas que comimos charlando de la vida y de los momentos únicos.
Recordaré la cara de sorpresa de mi hija al entrar a la habitación del hotel y ver una nota con un recado de Shawn Mendes porque estamos en un hotel donde al cliente se le trata con cariño y cercanía. Es uno de los conceptos de Kike Sarasola y sus Room Mate. Hoy estamos en el Anna y nos han hecho la estancia inolvidable.
Esta noche bailaremos como si la vida pudiera detenerse de golpe y hubiera que comérsela a mordiscos, con ansiedad.
Esta noche será única.