Nació en Bruselas el 4 de mayo de 1929, de padres británicos. Cuando tenía 10 años, se divorciaron y su padre, simpatizante nazi, abandonó a la familia.
Audrey hablaba varios idiomas, además del inglés como lengua materna. Vivió en la Holanda durante la ocupación nazi. Ocultó sus orígenes británicos y aprendió holandés para no llamar la atención.
Además, hablaba neerlandés, español, francés e italiano.
Hoy cumpliría 90 años y aunque sin duda tuvo una brillante carrera como actriz con películas como Vacaciones en Roma, My Fair Lady o Sabrina, siempre fue una mujer frágil marcada por una dura infancia. De ahí seguramente su faceta solidaria, con la que me quedo.
Hepburn dedicó los últimos cinco años de su vida a ayudar a los niños, convirtiéndose en embajadora de buena voluntad de la Unicef. Mujer empática y generosa, durante su infancia sufrió las consecuencias del nazismo.
La exposición “Intimate Audrey” dirigida por el hijo de la actriz en la Galería Vanderborght en el corazón de Bruselas, presenta cientos de fotos privadas y profesionales, así como algunos recuerdos de películas, como la moto de Vacaciones en Roma película por la que Hepburn ganó el Óscar a la mejor actriz en 1954. Una gran exposición que recuerda a la mujer tan extraordinaria que fue.
En la intimidad de Audrey, hasta el 25 de agosto en Bruselas.