Tengo el mar a desmano y me conformo con la piscina pero el placer de la lectura en los días largos de verano, es siempre el mismo. Todavía no estamos en verano pero la temperatura, las terrazas repletas de gente, me hacen sentirme como si ya hubiera llegado. Os dejo la novela que estoy leyendo de Benjamin Black, pseudónimo de John Banville. Va alternando sus dos personalidades y en ambos casos, escribe de maravilla. El libro cuenta la historia de Christian Stern, un joven alquimista, erudito y ambicioso, llega a Praga en el invierno de 1599 con la intención de hacer fortuna en la corte del Sacro Emperador Romano, el excéntrico Rodolfo II, sobrino de Felipe II. La noche de su llegada, borracho y perdido, Christian tropieza en el Callejón del Oro, junto al castillo, con el cuerpo de una joven tendido en la nieve. Vestida de terciopelo y con gorguera de encaje, luce en el pecho un gran medallón de oro y un profundo tajo a lo largo del cuello. Christian entrará al servicio del emperador, quien pronto le confía la tarea de resolver el misterio del asesinato, pero a medida que se acerca a la verdad advierte que su propia vida está en grave peligro.
¡Aprovechad los días largos y leed donde sea! Una terraza, en la cama, al borde del mar, esperando al autobús…
¡Ya llega el verano!