Esta tarde he visto la obra de teatro El coronel no tiene quien le escriba en el teatro Infanta Isabel , dirigida por Carlos Saura y protagonizada por Imanol Arias y
Cristina de Inza. Ambos soberbios ante las tablas y el guion , basado en la novela homónima de Gabriel García Márquez hace justicia a la novela. No era tarea fácil.
El viejo coronel y su mujer viven en la miseria, esperando la carta del gobierno en la que le comuniquen la concesión de la pensión prometida por sus servicios durante la guerra y al cuidado de un gallo de pelea que es la promesa de un dinero que deberían de ganar en unos meses pero esa carta nunca llega y mientras tanto la vieja pareja malvive en la pobreza alimentando a ese gallo de pelea, que
es su única esperanza de supervivencia. A medida que avanza el tiempo y la carta sigue sin llegar, deberán enfrentarse a un dilema: alimentar al gallo o alimentarse ellos. La codicia del pueblo, la usura de los supuestos amigos, la fatalidad y estupidez de la guerra, se mezclan con la soledad del viejo coronel vencido por la vida pero al que aún le quedan dos tesoros: el amor de su mujer y la dignidad.
La tragedia del viejo coronel es el reflejo de la injusticia en el mundo. Su capacidad de resistencia ante las adversidades es pareja a la esperanza y la fe en el ser humano. El amor, la espera, la dingo Gad, la justicia, son tan solo unos de los temas de esta maravillosa obra.