Cuando nos sentíamos perdidas y agotadas, allí estuvisteis. Nunca olvidaremos vuestro cariño y apoyo. Han sido y serán unas Navidades inolvidables, mágicas, especiales. ¿Qué más podíamos pedir?
Un viaje no hay que contarlo por orden cronológico sino como llegan los recuerdos. Empezaré hablando de esa ducha templada al anochecer, abierta a la inmensidad del cielo. Un cielo estrellado como un árbol de Navidad. Seguiré contando que desde cada habitación en la que nos alojábamos se veía un mar traicionero y bello, color turquesa.
El despertador era un gallo madrugador y puntual que se encargaba de avisar a las gallinas, a los sapos, a los pájaros y todos se unían en un coro que era como para grabarlo. Al levantarnos, nos esperaban las arepas y otros manjares que con infinita paciencia Morella se encargaba de enseñarme su nombre y cómo estaba cocinado. Jugos de guayaba, pomelo, piña, tomate de árbol… ¡Todo un festín mirando al mar! Para entonces Juan Carlos y Morella ya tenían pensado la ruta del día. Playas, iglesias, pueblecitos, mercados…
El viaje a Canaima en avioneta fue espectacular. Solo el vuelo y pasar por el Salto del Ángel merecía la pena el madrugón, las 9 horas y media de vuelo hasta Caracas y todo. Al llegar a la selva nos encontramos con Jo, un guía con padres gallegos, casado con una nativa y con cuatro hijos. Parecía Tarzán con su larga melena y sus ágiles movimientos pero en lugar de con Chita iba acompañado de su fiel perro al que hablaba en finés. Quedé en hacerle un reportaje porque su vida se lo merece.
Iré contando más sobre el viaje, poco a poco. Quiero ir mandando fotos de una fotógrafa estupenda que venezolana que vive en Ventura (California). Ella es Isabela Eseverri.
Quiero también mandar un recuerdo y un apoyo inmenso para todas las víctimas del terremoto de Haití. Mañana hace un año de esta gran tragedia. No podemos ni debemos olvidarlo.
Lectura recomendada: ‘Los infinitos de John Banville’ (Anagrama) una novela insólita y fascinante sobre el sentido de la vida y de la muerte. En un estilo admirable, el escritor irlandés convoca en una historia a hombres y dioses que entrecruzan sus existencias cotidianas.
Una recomendación venezolana en tiempos de dudas: ‘Como vaya viniendo, vamos viendo’. Es una filosofía de vida bastante inteligente.
Un video recomendable para ver (buscad en youtube) ‘Los guardianes de Chávez’.