Si comprender es imposible, conocer es necesario, sostenía en defensa de la memoria histórica Primo Levi, el escritor italiano que sobrevivió a los campos de concentración nazis para narrarlos y de cuyo nacimiento se cumplen hoy 100 años.
Primo Levi, de origen judío, fue deportado a Auschwitz en 1944 desde Italia, donde se había sumado a la resistencia antifascista.
Primo Levi es reconocido universalmente como un testigo del Holocausto y un narrador riguroso del horror de Auschwitz. Un escritor claro y riguroso que manejó la novela, el cuento y la poesía. Pero que seguramente no pudo soportar el peso de ser superviviente de uno de los mayores horrores de la humanidad.
Hoy se cumple el primer centenario de su nacimiento, creemos que es un buen momento para resaltar la memoria de un hombre que busco la justicia en no perder memoria de la tragedia.
Si esto es un hombre, es la ópera prima de Levi y la más importante. Fue escrita al regresar a Italia tras pasar once meses internado en el campo de trabajos forzados de Monowitz, anexo al de Auschwitz-Birkenau, cerca de Cracovia.
El escritor sostiene en su prefacio que el objetivo de este libro no es otro que mantener viva la memoria de aquellos crímenes, porque la mera existencia de los campos “debería ser entendida como una siniestra señal de peligro” por las generaciones futuras.