No puedo negar que últimamente me escapo mucho a Italia y si no lo hago más a menudo es porque no puedo. Me gusta su luz, su gente, su música, su comida…

 Cuando hago un viaje, necesito unos días para asimilarlo, revivirlo en mi cabeza y en mi corazón antes de poder contarlo. He estado en Roma, una ciudad con una luz bellísima, una historia apabullante y una belleza a lo Sofía Loren, grandiosa. ¿Mis lugares favoritos? Villa Torlonia para pasear, la cafetería Barcaccia  en Piazza di Spagna. Allí hay que pedir la torta de la nona, un buen café y buscar una mesa cerca de la ventana para ver las escaleras de la plaza repletas de turistas.

 El barrio del Trastevere tiene un encanto muy romano, muy verdadero. Cualquier lugar por allí, merece la pena.

 La visita a Roma tenía un fin muy especial: entrevistar al magistrado, diputado y escritor Gianrico Carofiglio. Un ser excepcional, con una gran sensibilidad. Su madre, Enza Buonno, es escritora y tiene un hermano arquitecto con el que ha escrito un cómic. Está casado, tiene dos hijos, practica artes marciales y adora los perros y especialmente a su bóxer Rocky. Ha vivido en Estados Unidos, Inglaterra, Bosnia… y por si quedaba alguna duda, aclara que “no podría quedarme siempre en el mismo sitio. “

 De su etapa como magistrado antimafia habla poco, solo cuenta que los 90 fueron los peores años. Y como Senador del Partido Democrático, se aplica una máxima que creo que la usa para su vida en general; “La política es la capacidad de adaptarse a las circunstancias. “

 Acaba de publicar en España El silencio de la ola (Esfera de los libros) y tiene un libro de relatos maravilloso, No existe sabiduría y una serie de cuatro libro con el abogado Guerreri como protagonista.

 Quien quiera saber algo más de este autor podrá leer más adelante mi entrevista en Yo Dona.

  Y si seguimos  con Italia, mañana estaré con Erri de Luca que acaba de publicar Los peces no cierran los ojos (Seix Barral) Cuenta el recuerdo de un verano único en la infancia de un hombre nacido en Nápoles.

 Y me despido con una de las canciones preferidas de Carofiglio, Thunder the road de Bruce Springsteen y una cita repleta de humor italiano, de Erri de Luca, sobre la felicidad: “Es un ataque de buen humor por sorpresa, de breve duración y de efectos arriesgados. No provoca adicción. “

Y con el título del post, no quería engañar a nadie: Sobre Italia y otros paraísos. El otro paraíso para mí como para Carofiglio, es el mar. Refugio de dolores y heridas.