El otoño me vuelve aún más nostálgica de lo habitual pero a cambio, tiene sus momentos de recogimiento de los que no disfrutaba desde hacía meses. No hay mal que por bien no venga. En los meses soleados (en Madrid son bastantes) no paro: terrazas, paseos por el parque de Berlín o por el Retiro, piscina, calle… y eso hace que incluso para una lectora empedernida como yo, me falten horas de lectura porque aunque voy a todas partes con un libro y un par de periódicos, la educación hace que una no se ponga a leer si se encuentra con gente.
Los días siguen siendo soleados de momento pero duran algo menos y huelen a hojas caídas. Las novedades literarias son muchas y da para una selección pausada. Comenzaré con las que destilan humor:
Una familia feliz de David Safier (Seix Barral) que narra en clave de humor las vicisitudes de cualquier familia actual: la madre trabajadora cuyo negocio está en bancarrota (una librería, claro está) el hijo al que la chica que le gusta, le humilla, la hija adolescente que no aprueba ni una asignatura y un padre que trabaja demasiado. Un hechizo les obliga a ser el personaje del que van disfrazados para una fiesta y no volverán a la normalidad hasta que no vuelvan a creer en la felicidad familiar.
Hablar con David Safier, un hombre de apariencia tranquila, muy alemán, aunque que de padre austriaco (dice que de ahí le viene su sentido del humor) es una lección de humildad. Arrasa en Alemania y en casi toda Europa y dice que el éxito se debe en gran parte a la suerte y a las circunstancias pero él es un hombre trabajador que se ha volcado en cada libro. Confiesa sentirse más seguro a medida que va publicando y ha creado una fundación para ayudar a construir escuelas en Nepal entre otros proyectos. Cuando le pregunto por el humor, me confiesa que en su vida diaria, tiende a ver lo negativo pero añade que aceptar tus propias limitaciones y debilidades es importantísimo. Me anoto una frase que suelta hablando sobre reírse de unos mismo; El humor es un síntoma no se si de inteligencia pero si de humanidad y él parece derrochar humor y humanidad cuando cuenta que su hijo en la vida real no le está poniendo las cosas fáciles y que su mujer, esta vez, leyó su libro muy tarde y acompaña esta frase con una sonrisa cómplice.
Otras dos mujeres que destilan humor en sus trabajos son la escritora norteamericana afincada desde hace décadas en Venecia, Donna Leon y su amiga la gran mezo soprano, Cecilia Bartoli. Han presentado un proyecto conjunto: un CD, Mission y una novela, Las joyas del paraíso (Seix Barral) sobre la vida del misterioso compositor, obispo y espía del Vaticano, Agostino Steffani. A Donna le conozco muy bien y es una mujer alegre, divertida, activa y muy atrevida y se notaba que entre ambas mujeres había una amistad muy sincera y una mutua admiración.
Otra mujer admirable es la escritora norteamericana, de origen chino y nacida en París, Lisa See. Acaba de publicar Sueños de felicidad. En esta novela continúa la historia de las hermanas Pearl y May pero se puede leer como un libro independiente. Joy huye de Shangai para buscar a su padre artista, un hombre huraño y cerrado. La novela transcurre en un momento de la historia china no muy conocido, El gran salto adelante.
Lisa See es una mujer cariñosa, suave y agradecida. Vive en Los Ángeles y ha escrito una guía sobre el barrio chino en LA. See ha escrito libros tan conocidos como El abanico de seda o El pabellón de las peonías y aunque sigue disfrutando enormemente escribiendo bellas historias, lleva un tiempo compaginando la literatura con la ópera y las galerías de arte. See tiene mucho de la amabilidad occidental y del gusto porla estética. Nada más regresar a Estados Unidos, me escribió un mail muy cariñoso agradeciendo la entrevista y ofreciéndome su hospitalidad en LA. Gracias Lisa, el gusto fue mío.
Y el próximo día seguiré hablando de nuevos libros, el de Salman Rusdhie, Ricardo Menéndez Salmón, Luis García Montero, Dai Sijie y muchos más…
Termino con una cita de James Taylor robada a un gran amigo… “El secreto de la vida, es disfrutar del paso de tiempo.” ¡Qué cierto! y si es acompañada de buenos amigos y buenos libros, mejor que mejor.