Siempre admiré a la periodista y corresponsal de guerra, Oriana Fallaci. Ella se llamaba así por un personaje de Proust y contaba que provenía de una familia en la que nadie sonreía excepto su abuelo. Era una mujer muy inteligente, con una personalidad muy fuerte y un talento innato para el periodismo. Fallaci, estudiaba al personaje que iba a entrevistar afondo, de modo casi obsesivo y contaba que cada libro que escribía le quitaba algo de su vida. Volvió a morir a Florencia y siempre mantuvo una relación de amor-odio con Estados Unidos. Oriana no tuvo una familia ni una vida típica y eso formó su carácter. Llegó a decir “del mundo, no me gusta nada. “ Sin embargo La corresponsal no es un libro desesperanzador sino una forma de conocer y entender mejor a esta gran periodista.
En este tercer día, la recomendación literaria es La corresponsal (Editorial Aguilar) de la periodista italiana Cristina de Stefano.
La foto: El museo Guggenheim de Bilbao. La última exposición que vi. fue la de Basquiat y Jeff Koons.
Una noticia: El regreso al teatro en España de Ricardo Darín con Escenas de la vida conyugal, en Barcelona en el teatro Tívoli. Es una comedia dramática de Ingmar Bergman. La obra también se va a representar en Madrid y Valencia.
Un rincón: La librería Donosti en San Sebastián. (Plaza de Bilbao, 2)