La vida está repleta de sorpresas, desgraciadamente, no todas son positivas. Nos movemos como diría mi admirado escritor Henning Mankell, en arenas movedizas y hacemos lo que buenamente podemos. Así tituló su último libro, un hombre que luchó siempre por la igualdad de las personas, por erradicar el Sida en África, por conseguir que el teatro fuese asequible y cercano a todo el mundo.
Cuando al maestro de la novela negra contemporánea, le diagnosticaron el cáncer con metástasis, estaba con su mujer Eva.
Le dolía el cuello y pensó que sería un tortícolis. Regresó a su casa y después del caos y del derrumbe personal, decidió hacer lo que mejor sabía, escribir y contar su experiencia. Imposible no recomendar hoy su último libro, Arenas movedizas (Editorial Tusquets)
Quien quiera saber más sobre Mankell y su obra, sobre su personaje, el célebre inspector de policía Kurt Wallander, puede leerme en el artículo que acabo de publicar en The Crow Magazine www.thecrow-magazine.com
Henning Mankell dividió su tiempo entre Suecia y Mozambique, donde fue director del Teatro Avenida de Maputo.
La foto de hoy es la de mi admirado Henning Mankell.
Mi rincón (hoy es un rincón en mi cabeza) Uno que no conozco y que llevo tiempo deseando ir, Estocolmo. Tengo la guía desde hace un par de años y estuve a punto de ir en dos ocasiones. Este verano, creo que será la definitiva.
La noticia (triste hoy): El Estado Islámico destruye el Arco del Triunfo de Palmira.