La marca Gillette ha creado un nuevo anuncio intentando cambiar los antiguos ( o no tan antiguos) esquemas de lo que es y no es ser un hombre o un niño, que por ahí se empieza… Estaba viéndolo fascinada, pensando que por fin, ser un niño, un chico o un hombre no era no llorar, no mostrar sentimientos, tener que hablar de tetas o culos sino que era algo mucho más profundo y parecido a ser mujer. Simplemente ser un hombre creía, ingenua de mi , que era ser un ser humano que lucha por ser cada vez mejor persona y conseguir la mejor versión de uno mismo.
Me cuentan que el anuncio ha recibido muchas críticas y risas. Parece que todavía muchos hombres temen que midan su masculinidad y su valía por su parecido con una mujer. Solo sé que tengo dos hijas y que me encanta cómo son y que espero que los hombres que conozco, sepan ver a mis hijas como lo que son: futuras mujeres fuertes e independientes, amantes de la naturaleza trabajadoras y buenas personas. Espero que los roles antiguos y denostados no ya no formen parte de nuestra sociedad. Busco hombres que lloren, que sientan , que empaticen y que sobre todo, que no se avergüencen de ello.
Hoy he leído esto en redes sociales y me lo he apuntado porque es cierto: “Esta lucha no es de hombres contra mujeres, es de gente buena contra mala.”