Se llamaba Elio Berenguer Úbeda aunque fue conocido mundialmente como Elio Berhanyer. Murió anoche, víspera de la Mercedes – Benz Fashion Week Madrid, aunque nosotros siempre le recordaremos como un gran maestro de alta costura. Fue coetáneo de Pertegaz y Balenciaga, vistió a la reina Sofía, Ava Gardner y a grandes aristócratas como la Duquesa de Alba o la Condesa de Romanones y diseñó los uniformes de las azafatas de Iberia. Fue autodidacta (aprendió a leer por su cuenta a los siete años) y siempre se confesó devorador de libros y amante de los animales.
A lo largo de su vida llegó a tener 14 perros dogos, 200 pájaros, un ocelote, un dálmata, más de cien gatos y un guepardo que le regaló Miguel de la Cuadra-Salcedo y al que llamó Macondo en honor a la novela Cien años de soledad de García Márquez.
Se casó dos veces, la primera con Paquita y la segunda con una joven colombiana en una boda medio clandestina oficiada por un cura guerrillero.
Fue gran amigo del escritor Antonio Gala, adoraba Marruecos, fue un gran amante del arte y le apasionaba pintar. Le gustaba vestir en tonos blancos y negros y lucía en su cabeza la kipá porque para él, este casquete expresaba la convivencia pacífica de las tres religiones durante el Califato de Córdoba.
Recibió la Medalla de Oro de las Bellas Artes, el Premio Nacional de Moda, la Medalla de Oro de Andalucía y estuvo a punto de recibir el Princesa de Asturias. Esta tarde, el Museo del Traje acoge su capilla ardiente pero él ya dijo en una de sus últimas entrevistas que “las marcas nunca mueren, muere el diseñador”.