Queridas, ya han llegado los 70, las gafas de Elton John, los monos, y las corbatas. Es época de pantalón campana y piernas hasta el infinito y más allá. Qué, ojo, ¡yo encantada! Con pata de elefante y tiro alto, parezco una espingarra.
Pero al loro con el tema. Esto, además de tacones de vértigo, implica un desembolso mensual importante en la modista de la zona. Por mucho cursillo D.I.Y que te hayas currado de “Remienda monamente y en dos tardes tus trapitos”, si no tienes maña y una buena máquina de coser, estás totalmente perdida, ¡y el modelazo, no va a lucir, jamás, como de tienda!
Bye bye Nike Air Force 1 y sucedáneos chinos baratos, ¡nada de pitillos enfundados, caput al elástico de la cinturilla! Y tengo una última mala noticia, amigas: ahora tampoco vamos a poder respirar. ¡Bienvenidas a la era de la cintura de avispa y el cinturón en el último agujero!