¡Nuevamente post de moda masculina, a petición de las masas! Después del no a los trajes color pastel, y del sí a las bermudas en la oficina, vuelvo al ataque con un no. Pero un no rotundísimo además. ¡NO A LOS ESCOTES MASCULINOS!
Todos sabemos algo de “Rafa Mora”. Tertuliano y famosillo de “Tele 5”, conocido por no callarse ni debajo del agua y por parecer el muñeco de “Michelín” y estar encantado de conocerse. Hasta el momento era mi referente en hombres escotados, ¡pero he aquí mi sorpresa al buscar imágenes esta mañana por la red! Desde luego no es ni el primero, ni muchísimo menos el único. ¡Dios, que derroche de depilaciones láser y abalorios en los pechos de nuestros machos cabríos, ¡sí los viera Alfredo Landa!”
En primer lugar, un hombre escotado, no debería ser objeto de mofa, pero de un tiempo a esta parte, y con el afán de diferenciarnos que tenemos todos, tanto a chicos como a diseñadores, se les ha ido la cosa de madre. Todos tenemos derecho a ir frescos en verano y a lucir palmito después de un duro invierno en el gimnasio pero cada cosa tiene un límite, ¡de ahí mi alegato en contra del escote masculino!
Sí dejas que tu novio lleve una camiseta más escotada que la tuya por la noche, van a mirarle más que a ti en la disco, ¡por no hablar de la pelea por las cuchillas de afeitar y el tiempo que va a pasar ocupando el baño y dejando que te maquilles en el espejo del pasillo, en el que siempre se ve muy poco. ¡Vais a llegar tarde a esa cena previa a la que os invita tu amiga Marta, y encima vas a ir echa un adefesio!
Estamos en crisis, por lo tanto, ¡no dejes que tu chico haga un mayor gasto que tu en depiladoras, esteticienes y salones de belleza! Sigue sisando tontamente de la cuenta común como hasta ahora, que ellos nunca la miran, y si llegas tarde a casa porque te han cogido tarde en la “depi” del gimnasio, quéjate porque él nunca se encarga de ir al hiper a primeros de mes.
Sí el chico es apañado y se atusa en casa, va a dejarte el lavabo hecho un asco. Pero, y si además, se empieza a poner guapo y te pregunta ¿dónde “te hacen las cejas”? No vas a tener más remedio que darle el número de tu guapa esteticista, diez años más joven que tu, morenísima porque se mete en la cabina de bronceado cada vez que se queda libre y lleva comiendo apio y brotes de soja desde después de Semana Santa anticipándose a la operación bikini. Una vez más, ¡no a los escotes masculinos!
Y si todo esto te ha parecido poco, recuerda, ¡Georgie Dann sólo hay uno, y a pesar de que versiones de “el chiringuito” hay muchas, no te lances a la piscina y deja que sea tu chica la que luzca los colgantes de su abuela y el último push-up del Oisho!