“¿Quienes serán los siguientes? / Siempre son los que menos te esperas / Parecían tan unidos…”. Así comienza la letra del nuevo single de Tracey Thorn, ‘Oh, the divorces’, en el que, como el título indica, se lamenta de lo habituales que son las separaciones de parejas cercanas.

Lo curioso es que cualquiera podría pensar que la propia Tracey ha sido víctima del síndrome del divorcio. Hace diez años que no publica un disco con el dúo Everything But the Girl, con el que hizo magníficos discos de pop delicado en los 80 y se reinventó dentro del ‘dance’ en los 90. Un dúo-pareja que formó en su tierna juventud con Ben Watt. No dieron más explicaciones para dejar de grabar como Everything But the Girl que el socorrido ‘queremos emprender caminos musicales distintos’. Efectivamente, el se metió de lleno a hacer de DJ selecto y a promover el drum’n’bass y los ritmos electrónicos latinos. Ella eliminó la electrónica e hizo más adulto e intimista su pop elegante e instrospectivo. Y en esta década no se les ha visto juntos, artísticamente hablando.

Pero la historia tiene final feliz. Tracey y Ben no sólo no se han separado en ningún momento, sino que hace un año se casaron oficialmente, después de 27 años juntos. Así que lo de Tracey en esta canción es pura observación del entorno. Con un piano, un cuarteto de cuerda, y esa voz precisosa que canta cada vez mejor, este vals se convierte en una de las canciones más acogedoras de la temporada. Un aperitivo del disco ‘Love and the Opposite’ que también ha publicado Tracey Thorn, diez canciones en sintonía acústica y melódica con este ‘Oh, the Divorces’.

Dedicado a quienes no contemplan en absoluto la separación ni el divorcio, y son felices juntos.