En el reportaje de Teresa Flaño sobre el artista Remigio Mendiburu publicado el lunes en El Diario Vasco, se incluía una magnífica foto de Fernando de la Hera para mostrar la escultura Unión de los Pueblos, instalada en Jaizkibel. No conocía la escultura, y al verla me recordó inmediatamente a un capítulo de la serie original de ‘Star Trek’ en el que Kirk y Spock tienen que regresar a un punto del pasado en el que se ha perdido el doctor McCoy. Para viajar al pasado deben introducirse en un ‘portal del tiempo’, que tiene en su centro una pantalla por la que desfilan a velocidad supersónica las imágenes de toda la historia de la humanidad.
La escultura, titulada Unión de los Pueblos, me recordó a ese ‘portal del tiempo’ por su forma, pero no sólo eso. No se vea, por favor, ningún ánimo de frivolizar al establecer un paralelismo entre una obra de Mendiburu y ‘Star Trek’. Lo primero, porque ‘Star Trek’ habla, más que de ciencia-ficción y batallas interestelares, de filosofía. Casi todos los conflictos que se plantean son de carácter humanista: decisiones sobre la identidad del ser humano, luchas contra dictadores que quieren someter al individuo, ataques a cualquier intento de convertir al hombre en un ser perfecto, serializado y maquinal, retos en los que el compañerismo y la fraternidad interestelar (¿la Unión de los Pueblos?) cobran la máxima importancia… Y late continuamente el asombro ante los enigmas que plantean el tiempo y el espacio.
Tiene también mucho de enigmático y fascinante esa obra de Mendiburu frente a toda esa inmensidad natural, como una puerta del tiempo en el planeta Jaizkibel. Ah, el capítulo, uno de los mejores de ‘Star Trek’, se titula ‘La ciudad al borde de la eternidad’.
P.D.: Después de haber escrito este post, y no antes, me fijo en una frase sobre Mendiburu que aparece en el artículo: “Viajaba en el tiempo hacia los estratos más telúricos de la antigüedad y los proyectaba en la actualidad”.