El Festival de Cine de Gijón, ahora con la marca FicXixón, posee un prestigio labrado con los años e indudablemente merecido. No tiene especialidad, pero es especial. No hay un género o un tipo de cine que lo identifique, y sin embargo su programación siempre tiene una personalidad y una coherencia. Muchas de sus películas estuvieron en los grandes festivales internacionales, o en otros más pequeños o recónditos; también algunas son inéditas. Pero lo que importa es la recolecta. Uno piensa en las películas que ha visto en algo menos de cuatro días de festival y tampoco encuentra un sello común, y sin embargo todas ellas pegan muy bien en Gijón. A veces es cine joven, rompedor, insólito, provocador incluso, pero no siempre.
Luego hay una conexión con la música, en forma de conciertos (uno cada noche, el miércoles tocan Thee Brandy Hips), pero también en los temas que tratan las películas, o en los colaboradores que aparecen en ellas, caso de la inesperada intervención como actor (co-protagonista, además) del cantante electro-pop Tiga, en la muy friki ‘Ivory Tower’. Es indudable que la personalidad del director José Luis Cienfuegos, su mezcla de sensatez y atrevimiento, de incordión con buen humor y muy serio gestor, marca mucho esa personalidad indefinible, pero también tiene y ha tenido diversas personas en su equipo que han hecho importantes contribuciones, sin que ese sello se difumine o desbarre.
Y luego está Gijón en sí mísma. Hay una rara comunión entre el festival de cine y la ciudad. Una ciudad en la que para ir del hotel a la sala te topas sin buscarlo con tres o cuatro librerías estupendas, un par de tiendas de discos y cinco o seis cafés como es debido, no es una ciudad cualquiera. En San Sebastián no ocurre. Tenemos algunas (pocas) librerías estupendas, casi ninguna tienda de discos y la práctica ausencia de cafés, tal como los entienden en Gijón, como siempre han sido. Lugares con una solera aplastante (el Dindurra conectado con el teatro Jovellanos, centro neurálgico del Festival, es la gloria bendita en el binomio café-cine), pero también más o menos recientes, que evitan la palabra ‘diseño’ en favor de la palabra ‘acogedor’ y saben encontrar el puntillo que diferencia al café del bar, el pub o la taberna.
Incluso para la gala de inauguración encuentra Gijón un modo de cumplir con ese rito a menudo incómodo y estirado y hacerlo atractivo sin gastar casi un duro. Se celebró en la Laboral, gigantesco complejo cultural que ha recuperado un edificio que en su día fue centro de estudio para jóvenes destinados a la industria asturiana y hoy es un centro de actividad cultural del que, supongo, Tabakalera podría aprender algo, o mucho. El caso es que en el amplio teatro de la Laboral, tuvo lugar la inauguración del FicXixón. Cuatro hinchables de plástico y un telón de fondo, eran el único y muy efectivo adorno para la sesión, que comenzó con una actuación en directo de tres canciones de Vinila Von Bismarck y su rockabilly de salón, y siguió con la típica gala conducida muy a su manera por un brillante Pepe Colubi en la que no hubo ni prolijas explicaciones del programa del festival, ni desfile de estrellas. Sólo la presentación de los protagonistas de los ciclos y la entrega del premio Nacho Martínez a una Charo López que además de merecer el homenaje, respondió como se debe, con estilo, elegancia natural y sincero agradecimiento. Lo de Pepe Colubi fue un descubrimiento. Unos le conoceran de la radio, otros de su actual participación en ‘Ilustres ignorantes’ en Canal+, pero yo no le tenía fichado. Ahora sí. Su equilibrio entre presentador y humorista, sin pasarse ni de oficioso ni de chistoso, fue tan ágil como desternillante. También estuvo muy bien cuando días más tarde presentó la película rumana ‘Tuesday After Christmas’ en el Jovellanos. Salió andando por un lado del escenario y dijo: “Como no ha venido nadie de la película, a continuación vaís a ver ‘Tuesday After Christmas’”. No se había parado en el centro del escenario y con esa última palabra ya estaba saliendo por la otra cortina lateral… Brillante.
Dejamos para otro post el comentario de algunas de las películas vistas en Gijón…
Fotos: Palmira Escobar (Festival de Gijón); M. Martín Vicente (Café Dindurra).