De pocos directores se puede decir que sus mejores películas sean la primera y la última. En el caso de Sidney Lumet, sí, aunque también habría otras opciones. Pero empezó con una película emblemática, tensa y poderosa, ‘Doce hombres sin piedad’ (1961) y terminó con un thriller familiar muy negro, muy trágico y muy impresionante, […]