Como colofón, dejemos aquí algunas impresiones sobre películas que se quedaron en el tintero:
This Must Be the Place, de Paolo Sorrentino. Aquí van los twitters que mandé al término de la proyección de la nueva película del director de ‘Il Divo’.
– Es una peli muy curiosa, con canciones de David Byrne y Bonnie Prince Billy, estética entre Wenders y Jarmusch y historia nazi!
– Sean Penn no interpreta a Robert Smith, solo lleva su peinado/lipstick. Es un músico con depresión.
– Es una mezcla estrambótica de cosas, comedia, drama, música, memoria del nazismo, algo dispersa pero muy chula.
– Sale David Byrne haciendo de sí mismo. La maravillosa canción sale en varias versiones, pero no la de Talking Heads.
– Byrne aparece tocándola en directo, entera y en un solo plano fastuoso, casi homenaje a ‘Stop Making Sense’.
– Las canciones de Byrne y Will Oldham hacen una banda sonora estupenda.
Y añadamos ahora que el extraño personaje de Sean Penn también tiene bastante de la actitud de Antony y que es una película que provoca reacciones de todo tipo, y puede resultar muy original y atractiva, o puede parecer muy disparatada.
Drive, de Nicolas Winding Refn. Provocó risas cómplices en los momentos más gore, y ovación final. La historia de un conductor que trabaja para el cine por el día, y presta sus servicios como piloto en atracos por la noche, no es especialmente relevante, pero el director tiene un estilazo que cautiva de principio a fin. Con ese tratamiento de la imagen digital propio de Michael Mann, con un llamativo uso del ralentí, e incluso de planos aparentemente estáticos, con un hábil manejo del tiempo que a veces se detiene o se alarga, y otras se desboca en excitantes persecuciones y momentos de acción trepidante, ‘Drive’ se mereció el premio al mejor director que finalmente le dieron. Solo le sobra un poco de gore (¡ese plano del ascensor!) que no viene a cuento en el elegante conjunto que, curiosamente, está punteado por canciones disco-electrónicas de los 80. Hay que recordar también que el Festival de San Sebastián ya descubrió a Nicolas Winding Refn, cuando estrenó su primera película, ‘Pusher’, convertida en objeto de culto y de la que el mismo director hizo dos secuelas.
Martha Marcy May Marlene, de Sean Durkin. Creo que no habíamos comentado nada, ni aquí ni en el papel, de esta película que estaba en Un Certain Regard y venía avalada por el premio al mejor dirección en el Festival de Sundance. Un retrato poliédrico y fragmentado de una chica en crisis tras haber pasado por una especie de secta y que se refugia en la casa de su hermana. La inestabilidad mental del personaje se refleja muy bien en la forma de contar, a retazos, con un estio melancólico e intrigante, que nunca se acerca al ‘thriller’, pero mantiene un atractivo suspense emocional, o algo así. Curiosamente, incluye en su banda sonora dos canciones del cantante folk, maldito donde los haya, Jackson C. Frank, inspirador para Nick Drake entre otros, que solo grabó un Lp oficial y unas cuantas cintas publicadas en la reciente recuperación de su figura y su vida, plagada de tragedias. Y las canciones se llaman precisamente “Marlene” y “Marcy’s Song”, así que casan con dos de los nombres que recibe la protagonista en la película. Un título a retener, si se puede, porque será uno de los filmes destacados del indie americano de la temporada.
La fotillo es de Ryan Gosling, el protagonista de ‘Drive’, en el momento de ir a la rueda de prensa, en un lateral semioculto del enorme edificio del Palais, que algunos fotógrafos aprovechan para pillar alguna instantánea, y los fans avispados, para pedir un autógrafo. Los fotógrafos suelen estar apostados allí desde horas antes, con sus escaleras guardando sitio. Nosotros lo pillamos por casualidad, tras un paseo por el puerto, viendo los delirantes yates que en Cannes se instalan estos días, con tripulaciones que sacan brillo a los niquelados a media mañana.