Crónica de urgencia sobre el nuevo long play de Wilco. Había mucha expectación ante el siguiente paso de un grupo que sabe reinventarse en cada disco, aunque en el anterior ‘Wilco (the album)’ parecían haberse estancado por primera vez. Ayer pusieron en su web en streaming (www.wilcoworld.net), el disco entero, con la posibilidad de escucharlo solo de tirón, sin elegir canciones, sólo durante 48 horas. Y, visualmente, como si fueran girando las cuatro caras del doble vinilo. Y así, abriendo los oídos, tomando notas, nos hicimos una primera impresión. Que ha sido una impresión de primera.
No hay canción que no llame la atención desde el primer momento, varias se te quedan pegadas a la memoria antes de terminar, y suenan a futuros clásicos del grupo. Es de los discos más accesibles y sencillos de su carrera, en cuanto a la estructura de la mayor parte de las canciones, y sin embargo sigue transmitiendo la sensación de que continúan experimentando. Suena a Wilco por los cuatro costados, con la habitual mezcla de estilos, y sin embargo aparece joven, nuevo y fresco. Este puede ser uno de los grandes discos de Wilco. Y aquí las notas tomadas durante la escucha.
ART OF ALMOST
Krautrock más sinfonismo con mellotrones. Ritmo sincopado, melodía pegadiza, organillo juguetón, sin estribillo, estructura que se va repitiendo, al final le dan la vuelta al ritmo casi twist con electro y solo de guitarra histérico frippiano. Muy larga, de las que van creando un climax al estilo de ‘Spiders’ y ‘Less than You Think’ en ‘A Ghost is Born’. Krautrock meets twist. Flipante.
I MIGHT
Ritmo excitante muy ‘new wave’, que sumado a un órgano que parece tocado por el Steve Nieve de los primeros Elvis Costello & the Attrractions, y teniendo en cuenta que últimamente han hecho una versión de ‘I Love My Label’ de Nick Lowe, parece homenajear a aquel momento de gloria en la frontera entre los 70 y los 80.
SUNLOATHE
Balada romántica y melancólica, con ese toque de cuento de Mercury Rev. Deliciosa.
DAWNED ON ME
Pop glam, casi ‘bubblegum’, con silbidito y todo para cantar por la calle. Muy pegadiza.
BLACK MOON
Tono grave, de confesión intimista, muy emotiva, con cuerdas arropando desde la segunda estrofa, y base suavemente country. Muy bonitos arreglos de cuerda. Gran canción.
BORN ALONE
Alegre, pop, euforizante, Jeff Tweedy cantando con mucha convicción, crescendo final casi épico de guitarras, órganos y pianos.
OPEN MIND
A rtimo de vals country, Jeff Tweedy canta con mucho sentimiento “Yo sólo puedo soñar con los sueños que compartimos” y “si me dejas que sea el elegido, abriré tu mente”, o algo así. Va cambiando un poco la letra del estribillo en cada vuelta. Suena a clásico por los cuatro costados. Sencillísima y preciosa.
CAPITOL CITY
“Capitol City skyline photo”, dicen al principio, ya estamos con la arquitectura urbana. Suena a años orquestilla de los años 30, con órgano Wurlitzer y todo, y un intermedio con sonidos de feria antigua, y acaba con unas campanas como de pueblo de la America profunda.
STANDING O
Riffs casi de hard rock de los 70 para empezar, luego ritmillo alegre y contagioso, un par de acordes y una melodía pegadiza. Estribillo con palmaditas. quedona y guitarrera, con duelo de punteos en el intermedio.
RISING RED LUNG
Arpegios de guitarra acústica, Tweedy casi comiéndose el micrófono, susurrando muy cercano, varias steel guitar planeando al fondo. La canción va creciendo con diversas guitarras muy refinadas, parece un Wilco reducido a dúo. Otra joyita.
WHOLE LOVE
Falsetes a lo Curtis Mayfield / Bee Gees, sobre ritmo country-glam acústico, por decir algo. Otra canción que te engancha a la primera. Coros muy Beatles repitiendo “Whole Love” y detalles de xilofón.
ONE SUNDAY MORNING
Comienzo de guitarra acústica con una melodía sencilla que se repite una y otra vez a lo largo de los 12 minutos que dura la canción. Un poco con la idea de “Sad Eyed Lady of the Lowlands” de Dylan, la misma estructura que se va repitiendo una y otra vez con distintas estrofas pero que no sólo no cansa, sino que te quedas alargando mentalmente la canción durante, al menos, dos horas más. Los detalles de piano y guitarras van marcando las diferencias en cada vuelta. Broche de oro.