Con la oportunamente titulada ‘Intruders’ comienza mañana el Festival. Mientras algunos, tan dados a ello, se llevan las manos a la cabeza porque se trata de una película de cine fantástico (otros, o incluso los mismos, se las llevarían igual si fuera un drama social), la inauguración tiene lo que hay que tener: cine espectáculo, una de las grandes productoras mundiales detrás, estrellas, y todo el equipo de la película presente en la alfombra roja. Que luego la película sea mejor o peor, en el caso de la inauguración, es secundario. Recordemos, por ejemplo, que Cannes se ha inaugurado con bodrios como ‘Fanfan la Tulipe’ y ‘El código Da Vinci’ y no pasó nada. Pero además da buen pálpito ese ‘Intruders’ que mantiene a Juan Carlos Fresnadillo codeándose con el cine anglosajón, más que el español, y que ha sido bien recibida en Toronto.
Está a punto de inaugurarse el 59 Festival y ya empieza uno a escuchar esas frases tópicas, rancias, estomagantes. Que si el Zinemaldia “es para cuatro privilegiados” (aún hay que escuchar esto como si no participaran los que compran cada año 100.000 mil entradas, que se dice pronto, más todos los acreditados, que también pagan por su acreditación). Que si los que van al Festival son unos snobs a los que les gusta decir que ven películas subtituladas, cuando uno ve simplemente riadas de gente a la que le gusta el cine. Que si nos van a quitar la categoría A, cuando la categoría A ni siquiera existe… En fin, dejemos que se regodeen en su amargo bucle…
En cambio, es una gozada ver a esa pareja que se ha cogido entradas para tres peliculillas, quizás sin saber muy bien por qué las han elegido, pero que han disfrutado de ellas y del ambiente. O el amigo Penilla, que ya tiene en su poder las entradas para las 33 películas que ha escogido, 66 entradas porque siempre va acompañado por su mujer, y aún duda si coger para la 34, porque tiene dos horas libres no sé qué día. O los jóvenes que están estudiando cine, o que empiezan a escribir sobre cine, y gozan con la ocasión increíble que les brinda un festival así. O, esperemos, la gente de la industria encontrándose aquí y sabiendo que tienen que acudir aquí si quieren hacer negocio, conocer gente, dinamizar sus proyectos…
Y… bueno, que esto ya casi empieza. Hoy llegan todos los jurados, todos los ‘Intruders’ y gentes de medio mundo. En Mon Oncle iremos dejando huellas, sensaciones, y cuentos, al ritmo que nos permitan la vorágine festivalera. Se ruega colaboración, comentarios, corrillo.