Se queja Paco León de que muchos cines no quieren estrenar su película Carmina o revienta en las novedosas condiciones que él ha decidido. Ya saben: la película se estrena este viernes en cines, pero también al mismo tiempo en DVD, en Filmin y otras plataformas de internet, con distintos precios que van de 1,95 en Filmin a los 7 euros o por ahí que cuesta una entrada normal de cine. O sea, rompe con la regla que hasta ahora se ha mantenido de escalonar los estrenos en los distintos formatos para no perjudicar (esa es la teoría) a los cines.
Así que Paco León oferta su producto a los cines y algunos cines han decidido no comprárselo en esas condiciones. Piensan que Carmina o revienta hará menos recaudación en sus salas si al mismo tiempo está disponible en otros medios y bastante más barata. El actor y director, por su parte, ve un mundo maravilloso en el novedoso sistema de estreno que él propone: “Hay mucho que ganar y poco que perder. Yo creo que el futuro es simultáneo. Y cuanto antes sean cómplices de esto las salas, los exhibidores, mejor les irá y mejor nos irá a todos”. Y se queja de que algunos cines no lo acepten y no quiran estrenar su película y, aquí empieza el problema, habla de “boicot activo”, y de que muchos exhibidores tiene “miedo a lo nuevo, a lo desconocido, y, en definitiva, a perder privilegios”. Se muestra incomprendido por ser pionero. “¿Si no me arriesgo yo, quién lo va a hacer?”. Todas estas declaraciones y otras muchas, estan en este muy interesante reportaje de Paula Ponga en Fotogramas.
Evidentemente el sistema es ventajoso para mucha gente: los que no tienen cines cerca, los que están dispuestos a pagar algo y renunciar a la piratería pero no una entrada de cine, los que no les importa ver la película en pantalla grande, en un ordenador o en un iPad ni son muy exigentes con la calidad de la imagen. Y para el propio Paco León, que consigue una mayor repercusión inmediata y por diferentes canales simultáneamente para una película que ha costado poco dinero, con lo que no es tan importante el retorno económico como que Carmina o revienta se vea y arme el mayor ruido posible.
Paco León está en su derecho de estrenar su película como quiera, pero también los exhibidores a no programarla si así lo consideran, o preferir otros títulos que no vayan a tener una competencia directa en otros medios. Es posible que Paco León tenga razón y en el futuro todo se estrene a la vez; o no. Pero no debería quejarse porque los implicados en su cambio de reglas no estén de acuerdo con él. Como él mismo dice, su propuesta es arriesgada, y no puede pretender que todo el mundo, y en especial los cines, que son los únicos que pueden salir perdiendo con este modelo, no quieran sumarse a su entusiasmo. Si rompes las reglas, tienes que asumir las consecuencias, entre otras cosas porque así, si triunfas, te puedes llevar los laureles del pionero y del visionario. Lo otro, en comparación algo burda, es como si los Sex Pistols se quejaran en 1977 de que la reina de Inglaterra no apreciara su bonita composición God Save the Queen.
También dice Paco León: “Sueño con un futuro ideal en el que la gente vea mucho cine, que no sea un artículo de lujo”. ¿Articulo de lujo? El cine siempre ha sido un espectáculo popular, y lo sigue siendo a tenor de que no hay otro cuya entrada cueste menos, un 10% más o menos que una entrada de fútbol, que ese por lo visto no es un artículo de lujo. Otra cosa es que por numerosas circunstancias largas de analizar pero mil veces debatidas, se haya impuesto la teoría de que el cine, como otras cosas, tiene que ser gratis, o costar muy poco al consumidor. Un asunto complejo de analizar, en cualquier caso, en el que Paco León se está arrogando con demasiada alegría el papel de mesías liberador, cuando él, como es lícito y lógico, actúa con arreglo a sus propias circunstancias y no las del cine en general. Otros ya se han buscado sus propios circuitos de distribución, como la película Diamond Flash a través de Filmin, sin tanta queja, y parece que les va muy bien.