Que si era sexy, que si era inestable, que si era o no buena actriz, que si tenía éxito o problemas con los hombres… pocas veces se atiende a la figura de Marilyn Monroe exclusivamente como cantante. Y sin embargo uno aprecia mucho un puñado de sus canciones, cómo las cantaba y las representaba en algunos números musicales muy memorables y que aquí queremos recordar con el mismo número de su perfume favorito, en el día en que se cumplen 50 años de su muerte.
Marilyn cantaba muy bien, con mucho gusto y sensualidad y entrega. Sin tener lo que se suele considerar una ‘gran voz’, daba un sentido de la intimidad y una credibilidad superlativas a una serie de canciones estupendas de la gran era en que el jazz formaba parte natural de la música más popular. En esos años 50 esplendorosos en standards muchas veces transmitidos a través del cine, la voz y la forma de interpretar de Marilyn Monroe lograron grandes momentos. He aquí algunos de ellos.
1. My Heart Belongs To Daddy, de la película El multimillonario (Let’s Make Love, 1960), de George Cukor
La extraordinaria canción (una de tantas) de Cole Porter, la mezcla de inocencia y sensualidad de Marilyn, la cara de contenida fascinación de Yves Montand, la iluminación del número musical con la que ese grupo de hombres que rodea al mito queda casi siempre en la sombra…todo se conjuga para que Marilyn aparezca en todo su esplendor. Es su última película musical, y la penúltima que completó, luego solo quedó Vidas rebeldes y las escenas que logró terminar de Something’s Got To Give. Esta es la única copia del número musical que he encontrado en Youtube, es mala y tiene el formato original recortado, es recomendable verlo en una buena edición en DVD, al menos.
2. Diamonds Are A Girl’s Best Friend, de Los caballeros las prefieren rubias (Gentlemen Prefer Blondes, 1953), de Howard Hawks
La maestría de Howard Hawks en el western y la comedia también se reveló en los dos únicos musicales que hizo, y brindó a Marilyn su número quizás más emblemático, por lo que contiene de lujo, esplendor y seducción. Una de tantas canciones surgidas en musicales de Broadway que quizás hubieran pasado desapercibidas si el cine no las hubiera inmortalizado. Una coreografía que literalmente pone todo, hombres, mujeres y diamantes, a sus pies.
3. River of No Return, de la película Río sin retorno (River of No Return, 1954), de Otto Preminger
Aquí no hay coreografía alguna, sólo la belleza y la melancolía de Marilyn en una canción sencilla y preciosa. De nuevo rodeada de hombres a sus pies, pero en estricto silencio, cowboys inmovilizados, fascinados por ella. Una de sus películas que suelen ser menos valoradas, aunque tiene momentos tan bonitos como este, y no es el único. Buen momento para recordar que la filmografía de Marilyn es muy notable: quitando algunas de sus comienzos con pequeños papeles, casi todas sus películas son más que interesantes, aunque el tópico de frivolidad e inconstancia que la rodea parezca indicar lo contrario.
4. I Wanna Be Loved By You, de la película Con faldas y a lo loco (Some Like It Hot, 1959), de Billy Wilder
A pesar del tono cómico que contiene, con Tony Curtis y Jack Lemmon en la orquesta de señoritas, y de que la canción es en principio un poco simplona, todo tiene un encanto tremendo. Una vuelta de tuerca a ese número con cantante de music-hall que ‘adornaba’ tantas películas de la década anterior, los años 40, y especialmente el cine negro, que en parte homenajeaba/parodiaba la pelicula de Wilder.
5. Two Little Girls From Little Rock, de Los caballeros las prefieren rubias (Gentlemen Prefer Blondes, 1953), de Howard Hawks
Otro número delicioso de Los caballeros las prefieren rubias, en el que se comprueba que Marilyn funcionaba también muy bien en dúo, con una Jane Russell asimismo esplendorosa. Y abordando una clásica figura del musical, la de la chica de pueblo que va a la gran ciudad a buscarse la vida como corista…y quizás un marido rico.