THE COMPANY MEN

Dirección: John Wells. Intérpretes:  Ben Affleck, Tommy Lee Jones, Chris Cooper, Kevin Costner, Maria Bello. Nacionalidad: EE UU, 2011. Guión: John Wells. Fotografía: Roger Deakins. Música: Aaron Zigman. Duración: 104 minutos. Cine de estreno: Príncipe.

RICARDO ALDARONDO

No tiene la lúcida gravedad de las películas sobre el paro de Laurent Cantet (‘Recursos humanos’, ‘El empleo del tiempo’), ni alcanza el atrevimiento revelador de la demoledora ‘La cuestión humana’ de Nicolas Klotz. ‘The Company Men’ es cine americano, independiente pero con vocación de llegar a todos los públicos, y por eso su dramatismo, que lo tiene y mucho, siempre se compensa con un punto de esperanza o de ironía liberadora.
Pero ‘The Company Men’ es un sólido repaso a diferentes aspectos relativos a la crisis y los despidos masivos. Sin entrar de lleno en la denuncia, volcándose más en las consecuencias para distintas tipologías de trabajadores, hace un esquema básico de lo que se cuece en este drama global. Por un lado, en los personajes, como el ejecutivo que vivía por encima de sus posibilidades, créyendose muy cerca de la cúspide de uno de esos emporios empresariales, con derecho a campo de golf incluido, y que ve de pronto cómo se desmorona su vida. Y por otro, en la descripción de cómo ha funcionado, y sigue funcionando en sus peores aspectos, todo esto: el imperio construido sobre el dinero ficticio, los abusos de los dirigentes empresariales y los bancos, los trabajadores que se van a la calle mientras los presidentes se quedan ganando aún más que antes. También quienes vuelven a encontrar trabajo, pero con la mitad de sueldo.
Y se pregunta también ‘The Company Men’ cómo hemos llegado a todo esto, cómo se dejó de lado el trabajo tangible, el que construye cosas concretas y no castillos explotadores. Con excelentes actores, todos sin excepción, y un tolerable grado de esquematismo necesario para llegar a todos los públicos sin comprometer la credibilidad de la historia, ‘The Company Men’ habla al espectador de cómo hacerse a la idea de lo que tiene alrededor con un poco, sólo un poco, de esperanza.

Crítica publicada en El Diario Vasco el 2 de mayo de 2011