Por alguna extraña razón, se tiene como cine “entretenido” el que no te cuenta nada trascedente, ni te hace pensar, ni te aporta nada especial. “Es mala, pero es entretenida”, solemos decir, como si El padrino, Los puentes de Madison o Los 400 golpes no fueran entretenidísimas, o sea, que te mantienen absorto y habitando otro mundo, y un poco para siempre. Mientras tanto, el género “mala pero entretenida” se sigue alimentando de ladrillos indescifrables e impenetrables como Ira de titanes o Battleships, necesitadas de sesudas interpretaciones para pillarlas. También hay quien no quiere drama ni gravedad de ningún tipo cuando va al cine, como rogando que nada le afecte de cuanto vea en pantalla, que esas dos horas sean realmente evasivas, que queden como perdidas y tachadas de sus vidas.
El caso es que algunas de las películas que hemos visto últimamente son muy entretenidas: Take Shelter, Redención (Tyrannosaur) y Grupo 7. Tanto, que te dejan dándole vueltas a la cabeza, y también a las emociones. Son películas que impresionan, que dejan huella: puro cine de evasión, porque te metes tanto en sus mundos que no te resulta fácil regresar de ellos, aunque no sean complacientes, ni felices, ni te digan lo que quieres oir. Son muy distintas las tres, pero todas imprescindibles en la cartelera de estos días, si queremos cine entretenido, que te inquieta y te cuenta de otra manera esa indefinible sensación de amenaza que sobrevuela el mundo de hoy (Take Shelter); que te conmueve y te asombra por la forma en que una serie de personajes absolutamente rotos y desesperanzados y sin ningún contrapeso feliz pueden hacer un dramón tan contenido y equilibrado y emocionante (Tyranosaur); que te atrapa en su acción al tiempo que plantea los trapos sucios de la limpieza de una ciudad de cara a la galería y sugiere mucho más que lo evidente (Grupo 7)… Cine entretenido y que te dura mucho más de dos horas, incluso varias semanas.