Hace unos meses, el congreso acordó unir esfuerzos con el fin de cambiar los tradicionales guardarraíles por otro tipo de barreras más seguras para el motorista.
Una decisión que el colectivo de motoristas aplaudió, aunque con cierta desconfianza. Las cifras son estremecedoras, en 2015, 247 motoristas perdieron sus vidas en las carreteras, muchos de ellos descuartizados por los guardarraíles. Pese a la crudeza del verbo “descuartizar”, la realidad es que es la palabra que mejor se ajusta al efecto guillotina que tienen los guardarraíles con los motoristas.
A raíz de este problema, la empresa española Inoxmar Entreacerox, en colaboración con el Gobierno de La Rioja y la Unión Europea, han llevado a cabo un proyecto innovador para la seguridad del motorista.
Este consiste en un sistema de rodillos dispuestos de manera vertical, y fabricados a partir de neumáticos reciclados, que es capaz de absorber el impacto del motorista sin desplazarle de nuevo a la calzada.
De esta manera, se consiguen evitar riesgos importantes para el motorista como amputaciones, y lesiones que pueden acabar en tetraplejia. Ya son varios metros los que se han cubierto con este sistema.