Las muertes en carretera se siguen produciendo pero las medidas para reducirlas no siempre dan resultado. Esta es la conclusión a la que llega un estudio realizado por la Fundación de Lineadirecta y la Fundación Española para la Seguridad Vial (FESVIAL) llamado “Influencia de la somnolencia en los accidentes de tráfico en España”.
En él se alerta que mientras que las campañas contra el consumo de drogas y alcohol o el uso del cinturón han calado en la población, otras promociones como la lucha contra la somnolencia al volante no han tenido los resultados esperados. Y es que las cifras son alarmantes: 17 millones de conductores españoles aseguran haber tenido somnolencia al volante y 8 millones haber sufrido microsueños mientras conducían.
Las salidas de la vía son el principal causante de muertes en la carretera, pues engloban al 36 por ciento de los accidentes totales que se producen en nuestro país. Hablamos de 601 personas fallecidas en la carretera y 1.710 heridas graves en España durante 2017, siempre consecuencia de este problema.
En ellos, la somnolencia ha jugado un papel fundamental, pues de los 20.600 accidentes ocurridos en los últimos cinco años, 800 personas murieron, 3.300 fueron heridas de gravedad y otras 24.000 resultaron heridas leves. Y es que, las posibilidades de fallecer en un accidente pasan del 1,9 por ciento al 3,9 por ciento cuando la somnolencia tiene un papel protagonista. De hecho, a pesar de que los accidentes producidos por la somnolencia representan el 4,6 por ciento de los siniestros totales, su índice de mortalidad se eleva hasta el 9 por ciento.
En el estudio se hace referencia a uno de los principales avances en materia de seguridad en los últimos años. Según los datos de dicho estudio, los sistemas de alerta de cambio de carril y de mantenimiento en el mismo han reducido las víctimas mortales en un 80 por ciento, los accidentes con heridos en un 24 por ciento y el total de accidentes en un 18 por ciento.
Hay que tener en cuenta que cuando se produce un siniestro por somnolencia, el conductor apenas tiene tiempo para reaccionar y mitigar el golpe, o ni si quiera llega a ello. Por tanto, en el estudio también recuerdan la importancia de descansar bien antes de coger el coche, realizar paradas de descanso cada dos horas y conducir en nuestras horas habitual, evitando madrugar o trasnochar en exceso durante viajes largos.