Cuidado si eres de los que prefieren la música fiestera cuando te pones al volante: las melodías con ritmos rápidos incitan a pisar el acelerador.
Los ritmos musicales influyen en el estado de ánimo y en las actividades que realizamos, así que si estás conduciendo un coche lo que salga por los altavoces tendrá relación directa con lo que hagas al volante.
Según Autingo, la plataforma para calcular y reservar online las reparaciones en talleres, un estudio realizado por la Universidad St. Joh´s de Newfoundland, en Canadá, asegura que el ritmo de la música afecta al pulso cardíaco y a la actividad cerebral.
Así, una melodía marchosa anima a pisar el acelerador, mientras que una más tranquila, más repetitiva y cíclica, relaja la conducción.
Escoger música adecuada para el trayecto que estamos realizando es también importante. Si circulamos por una autopista o una autovía lo mejor es escuchar melodías motivadoras, que nos mantengan alerta y eviten la somnolencia.
Si circulamos por la ciudad podemos escoger cualquier género siempre y cuando el volumen sea moderado: si la música está a todo meter no nos podremos concentrar en la conducción urbana y puede que nos saltemos un semáforo o no veamos un peatón.
¿Atasco? Lo mejor es escuchar música relajada que nos ayude a olvidar la situación estresante que vivimos.