A la hora de salir de viaje hay que hacer una puesta a punto del vehículo: luces, frenos, aceite, neumáticos… pero además de revisar todos estos elementos también hay que fijarse en la matrícula, ya que no llevarla en buen estado puede acarrear una sanción económica, según la DGT. La matrícula es un elemento obligatorio del coche que tiene que ser legible. El propio conductor es el que tiene que verificar que las placas de la matrícula no estén borrosas o deterioradas.
En el caso de conducir con la placa doblada o dañada, puedes ser sancionado con 200 euros de multa. Además, si se ha hecho algo para manipular la matrícula y evitar la identificación del coche, la multa podrá alcanzar los 6.000 euros y conllevar la pérdida de seis puntos en el carné de conducir. Además de la multa que te puede caer, a la hora de pasar la ITV, si la matrícula no está en perfecto estado también puedes acabar teniendo una falta grave.
Estos son los casos en los que se considera infracción grave: