Es cierto que el cansancio, el estrés, las prisas o la adicción al teléfono hacen, en ocasiones, que cometamos infracciones que ponen en riesgo nuestra seguridad y la del resto de usuarios de calles y carreteras.
Para intentar minimizar el alto porcentaje de descuidos y despistes, en la Universidad de Glasgow han desarrollado un volante inteligente capaz de ayudarnos a realizar una conducción segura y efectiva.

A través una innovadora tecnología sensorial, este elemento indispensable en los coches será capaz de detectar si hay obstáculos en los próximos kilómetros o si debemos cambiar de carril, entre otros peligros, aumentando la temperatura y alertando al conductor de los riesgos reales. Para ello, se sirven de las cámaras y sensores del exterior del vehículo en el que se implanta y envía, directamente, la información al volante. De este modo, las condiciones meteorológicas adversas o los despistes podrían dejar de ser factores determinantes de la siniestralidad.

Además, desde la Universidad de Glasgow consideran que, en caso de que dicha tecnología funcione y sea aceptada entre los conductores, se podrían añadir nuevas funciones, como una leve vibración que advirtiese, por ejemplo, de las notificaciones del navegador. Este proyecto, que aún se encuentra en fase preliminar, se ha llevado a cabo en colaboración con Jaguar, la afamada marca de automóviles, que siempre ha destacado por su apuesta por los sistemas de seguridad.