Primera hora de la mañana: los fontaneros llegan al edificio con un nuevo cometido detodos los que están destinados a sanear la gran cantidad de tuberías que hay que cambiar en la comunidad. Ver a un fontanero significa que no sale agua del grifo ni de la cisterna y que hay un par de baldes en la bañera. Su imagen provoca terror.
Primeros informativos: Nada, que Iñaki Urdangarin tendrá que pagar más de cuatro millones de fianza para que no le embarguen los bienes que tiene declarados. Si hay más fuera de la declaraciones patrimoniales, cualquiera sabe cómo hincarles el diente. Imaginar cuánto dinero tiene el duque de los ojos azules genera vértigo.
Rueda de prensa del alcalde de San Sebastián, de Juan Karlos Izagirre. No va a cambiar el nombre de a la plaza de la Consti. Para nada. Utiliza lo de plaza Berria para denominarla de forma ocasional y como un guiño al Bicentenario de la quema y reconstrucción de la ciudad que se conmemora este año. ¿Las placas falsas? Él no las ha colocado y hasta ahora no les ha dado importancia. La locuacidad inesperada del alcalde provoca sorpresa.
Todo esto es solo parte de la crónica de un día de perros en el que no para de llover, en el que el carnaval se acerca y algunos proyectos importantes parece querer echar a andar.
Entre ellos, el objetivo cabezón de mi compañero Aingeru , empeñado en convertirse en tiarrón de gimnasio. Su imagen con la bolsa de deportes es como la del fontanero que se repite en el portal…. Aterradora