El dopaje es la gran lacra del deporte. Quizás, solo las apuestas ilegales, los amaños… pueden equipararse. Las pastillas, jeringuillas… atacan sobre todo a algunos deportes. Son los más exigentes; los que más sacrificio, constancia… requieren. Prácticas deportivas que a pesar de los esfuerzos, en ocasiones sobrehumanos, no están nada bien recompensadas. Pero eso no es excusa. El que se dopa hace trampa, engaña, juega sucio y ‘obliga’ a sus rivales a hacerlo si quieren jugar en las mismas condiciones.
En esta ocasión ha sido Mohamed Marhoum el cazado. EPO, tal y como ha publicado el diario Marca. Una pesadilla que parece que no tiene final. Marhoum, con un pasado que ha servido para que se hayan escrito decenas de historias de superación sobre él (se pueden encontrar por la red sin problema) ha caído. Estos relatos que nos hacían ver lo mucho que tuvo que pelear para llegar a España y convertirse en atleta han sido publicadas, sobre todo, después de que hace pocas semanas se proclamara campeón de España de Cross. Más tarde, renunció al Mundial y, sabedor de que iba pasado de EPO (eso es lo más triste), tuvo la falsa valentía de asegurar que en los Juegos Olímpicos de Río 2016 quería probar suerte en los 10.000 metros. Por cierto, que hace menos de una semana cerró su cuenta de Twitter para, seguramente, no tener que escuchar los reproches de aquellos mismos que hace no mucho le tenían como ejemplo de superación, de representante del ‘todo es posible’.
Ha metido la pata hasta el fondo y ahora, por el bien del deportista que juega limpio, será sancionado (si se demuestra su positivo) de forma ejemplar. A cuatro años de suspensión se enfrenta. Por mí, que no vuelva. Y ojalá colabore con las autoridades y tire de la manta. ¿Quién le dopó? ¿Quiénes lo sabían y le ayudaron? Por su culpa, hay atletas que se quedaron fuera de la selección. Nadie como vosotros hace tanto mal a un deporte; nadie. Y, por cierto, ¿ahora qué pasa con todo el dinero que este hombre ha hecho corriendo, por ejemplo, en crosses?
Felicidades a la AEPSAD por otro éxito a la hora de cazar a falsos deportistas. Ojalá caigan todos los que, como Marhoum, ni son deportistas ni son ejemplos de nada.