Continúo con las reflexiones sobre la delicada situación del atletismo guipuzcoano. Después de la gran aceptación de la entrega de la semana pasada, me dispongo a seguir ofreciendo datos. Os invito también a que seáis vosotros los que planteéis otros posibles temas a tratar, así como vuestras impresiones sobre los ya considerados. El otro día, Odei Lopez, gran amante de este deporte, me invitaba a a crear un pequeño foro de discusión sobre los temas aquí planteados para que todo aquel que quiera pueda dar su opinión y, claro está, para que entre todos se puedan ver posibles soluciones a las deficiencias que en el atletismo guipuzcoano se puedan hallar. Por tanto, os invito a que aportéis vuestras opiniones a modo de comentarios en este blog. Todos serán bienvenidos. Lo que está claro es que el atletismo necesita un giro de tuerca.
Aquí comienza la segunda parte del análisis a la delicada situación del atletismo guipuzcoano. En esta ocasión, los temas a tratar serán: los entrenadores, el dopaje y los récords, así como una continuación a lo visto la semana pasada.
Los entrenadores son los auténticos locos del atletismo. Voluntariamente, por amor al arte, a cambio de unos pocos euros (sinceramente, dudo que en muchos casos llegue para que puedan pagarse los desplazamientos), ellos pasan horas y más horas sobre las pistas del atletismo. ¿Héroes? Solo sé que sostienen al atletismo y no permiten que se muera. Contamos en Gipuzkoa con auténticos genios: Ramón Cid, director técnico de la RFEA (al que he visto llegar de viaje, ir a casa, dejar las cosas y bajo una intensa lluvia, coger su bici y… ¡a entrenar!); Valentín Rocandio, probablemente el que más sepa de velocidad y relevos en España; Odei López, quien después de dejar el atletismo por problemas físicos, está realizando una excelente labor con los lanzadores de las inmediaciones de Ordizia (para muestra, los resultados que estos obtienen); Iván Gallego, sacando atletas incluso debajo de las piedras en Tolosa; Jonathan Pérez, con un grupo de pertiguistas de auténtico escándalo… ¿Sigo?
Casualmente (o no), la mayoría de estos grandes entrenadores de Gipuzkoa fueron también grandes atletas en sus tiempos mozos, lo cual considero que es positivo puesto que conocen lo que un atleta puede llegar a sentir. Ahora, dedican un sinfín de horas al atletismo. Dejan incluso a sus familias a un lado para ‘educar a sus hijos adoptivos’. Así es. Y gracias a ellos, el atletismo no muere.
Sin embargo, y a pesar de la enorme calidad de los que hay, entrenadores son pocos. Pocos capaces de especializar a un atleta. A diferencia de lo que pueda parecer, no es sencillo entrenar a un atleta para que, por ejemplo, lance de forma adecuada una bola de peso (y no es nada fácil lanzarla bien). Y si no se enseña bien… Correr corre todo el mundo, pero bien… Por experiencia propia, sé que para ser monitor de atletismo en las escuelas no hace falta ningún tipo de acreditación que demuestre que sabes de atletismo. Creo que esto es algo que tendría que cambiar. La RFEA organiza cursos para ello, pero quizás no vendría mal que las federaciones regionales (en nuestro caso, la guipuzcoana o incluso la vasca) dieran charlas habitualmente.
Insisto en que creo que el nivel de los entrenadores es bueno, pero para enseñar bien los grupos de entrenamiento no pueden ser tan amplios como muchos de los que se ven hoy en día. Y lo que tampoco debería pasar es que el entrenador no tenga conocimientos.
Tampoco estaría mal (aunque me consta que ya hay quienes lo hacen) que la federación (o los clubes) fueran a los colegios a promocionar el atletismo. ¡Vendámoslo como lo que es! No solo es sufrimiento, también son grandes momentos. Vendámoslo como algo más que correr y correr y correr… La técnica del ojeador puede ser muy eficaz. Se puede ir a los colegios (seguro que los profesores de educación física están dispuestos) y enseñar a los niños diferentes pruebas, dejarles elegir una, o que sea la misma persona que va a enseñar la que se fije en sus cualidades. Incluso en edades tardías. A mí, por ejemplo, si me viene ahora un entrenador de balonmano porque me ha visto cualidades para practicar ese deporte, es probable que decida probar. ¿Por qué no intentarlo con futbolistas a los que se les ve que corren mucho, con jugadores de balonmano que quizás lancen la jabalina a grandes distancias…?
Parece todo tan utópico… pero no creo que sea tan difícil. Aunque lo que está claro es que lo básico es que haya entrenadores. Sin atletas no hay atletismo, pero creo que sin entrenadores tampoco.
Otro problema que le veo al atletismo actual es el dopaje. No quiero decir, ni mucho menos, que todos los atletas vayan dopados. Pero lo que está claro es que el positivo de grandes nombres del atletismo daña en gran medida la imagen de este deporte. Y esto se acentúa cuando nos encontramos con que las únicas portadas de los periódicos en las que se habla de atletismo se dan en estos casos negativos… Es posible que muchos padres de jóvenes que se quieran iniciar en este deporte se lo piensen dos veces al apuntar a su hijo solo por esta situación. Pero el otro día le pregunté a Valentín Rocandio si conocía a algún atleta guipuzcoano que hubiera dado positivo y su respuesta fue negativa. En ese aspecto, el atletismo guipuzcoano está limpio… ¡Y que siga así! Pero esto es algo que hay que vender y de lo que nos tendríamos que aprovechar. Hay que dejar claro que lo del dopaje no va con nosotros, pues es un asunto peliagudo que se está volviendo en contra de deportes como el atletismo o el ciclismo. No lo he hecho, pero si a una persona elegida al azar le propusieras asociar tres palabras al atletismo, una de ellas es muy posible que fuera el dopaje.
Quizás habría que tener en cuenta más factores, analizar también los récords batidos en categorías inferiores (y no solo la mejor marca de cada prueba), pero he estado viendo los récords de Gipuzkoa absolutos y se pueden sacar conclusiones ciertamente preocupantes. De las 25 pruebas de aire libre, en féminas se han batido 14 récords de la provincia después del año 2000 (dato que habla bien del nivel de las chicas); sin embargo, en hombres, solo 4 de 25. En pista cubierta, pasa algo parecido: 4 de 14 en hombres y 9 de 14 en mujeres. ¿Ha caído también en picado el nivel de los mejores en el atletismo guipuzcoano? Existe una amplia variedad deportiva, pero…
Por último, dejo aquí lo que me comentaba Odei Lopez tras el post de la semana pasada. Uno de los problemas que él ve es que los niños de hoy en día no son como los de hace años. Ya no son tan sacrificados, ya no tienen tantas ganas de luchar ni de ayudar… Según sus palabras, “hoy en día a los niños les damos casi todo hecho, por lo que se ha producido un notable cambio en la sociedad, mientras que el atletismo poco ha cambiado”. Y es cierto. Hoy en día cualquiera que vea a un joven atleta entrenar seis días a la semana… ¡alucina! Él propone la especialización más temprana, es decir, buscar resultados antes sacando más provecho a los juegos (sin cometer burradas con los niños). Aunque el único problema que él ve es el de los entrenadores (tema ya tratado en este mismo artículo). Es posible que si un joven que practica dos deportes acude a un campeonato importante (por ejemplo, un Cto. de España) siendo cadete, tenga más posibilidades de no dejar el atletismo. Para eso, la especialización más temprana puede ser una buena solución, pues mejorará sobre todo en esa prueba.
– Se necesitan más entrenadores con conocimientos capaces de conocer los puntos fuertes de los niños y así iniciarle en unas determinadas pruebas.
– Hay que vender el atletismo como algo más que correr. En este deporte todo el mundo tiene cabida. El más delgado puede ser un gran fondista; el fuerte, un gran velocista o saltador; el más gordito, quizás sea un gran lanzador; etc. Eso no lo tiene ningún otro deporte. ¡Vendámoslo!
– Hay que evitar que la imagen ‘Atleta=dopado’ siga siendo un problema. Tenemos que vender que el atletismo de casa fue, es y será limpio.
– El tema de los récords masculinos es preocupante. ¿Se debe a que los posibles ‘hombres-récord’ estén practicando otros deportes?
Antes de acabar, añado una pregunta que hoy mismo me ha hecho Naroa Agirre: “¿Por qué hay tantos inscritos en Pruebas de Libre Participación y cuando llega el Campeonato de Euskadi Absoluto la situación da pena?”
Lo que no podemos hacer es darle la espalda al atletismo. A los problemas, hay que buscar soluciones. Continuará…