Recordaremos el 24 de Marzo como el día que nos diste tu hasta siempre. Con tu figura delgada y elegante pasaste por el mundo dejándonos como herencia un legado de oro compuesto por; 22 títulos, 405 goles y 3 balones de oro.
Aunque tu eres mucho más que números. Para Milla, “cambiaste la forma de entender el fútbol”. Para Salinas, “cambiaste la historia del Barca”. Para mi, lo cambiaste todo.
Creaste un equipo que se convertiría en el sueño de Europa. Decidiste ser el referente de un estilo. Nos enseñaste que el fútbol se juega con la cabeza. Que lo sencillo, es lo complicado. Y que a veces, para ganar, solo hay que salir y disfrutar.
Eras el único que entendía ese pase atrás que caracterizaba el juego de mi padre. Tu entendías, pese a cualquier crítica, que la pelota tenía que retroceder. Gracias a vosotros, yo intento hacer ese pase atrás cada día de mi vida.
Y que vamos a decir de tu carácter obcecado… Como cuando te empeñaste en que mi nombre tenía que ser “Izar”, estrella en vasco. “Este bebe, no se tiene que llamar Lorea, se tiene que llamar Estrella”. Entonces mi madre te decía, “¿Y que pasa si es niño? No podemos llamar Estrella a un niño.” Y entonces tu, con tu gracia natural contestabas, “este bebe, tiene una estrella. Claro que lo podemos llamar estrella. Las estrellas no tienen sexo. Son estrellas y punto”.
Aunque físicamente, ya no estés con nosotros si lo estás en nuestros corazones. También estás en cada partido y en cada gol. Porque no solo cambiaste la historia de un club, como dice Salinas, cambiaste las historia de nuestras vidas. Gracias por todo lo que has hecho por mi familia, el fútbol y por mi.
Alguien al que quiero mucho una vez me dijo algo que cobra sentido hoy, “Enseñarás a volar, pero no volarán tu vuelo. Enseñarás a soñar, pero no soñaran tu sueño. Enseñarás a vivir, pero no vivirán tu vida. Sin embargo, en cada vuelo, en cada sueño, en cada vida, perdurará siempre la huella del camino enseñado.”
De pequeña pensaba que las estrellas estaban solo en el cielo, pero he aprendido, gracias a ti, que a veces pasan por la tierra para cambiar el mundo. Porque para mi, tu eres una estrella y punto.