Se acabó la pretemporada. Tras una respetable derrota con el Baja Laboral, llega lo bueno, entramos de lleno en la temporada. Ahora el objetivo está esperando el domingo a las 19.00 horas. Qué ganas tengo de sentarme en mi asiento y ver el partido bien rodeado y tener por fin una impresión válida del nuevo GBC.
No vamos a descubrir nada diciendo que empezar ganando y más en casa es muy importante. Aún no sabemos lo que es comenzar una temporada en ACB con una victoria, así que no estaría nada mal descubrirlo de una vez. En el primer paso por la liga caímos con el entonces Lagun Aro Bilbao Basket (54-59) y la pasada campaña hicimos lo propio en la visita a Granada (83-79).
Dos ajustadas derrotas nos contemplan en los inicios ligueros y en esta ocasión nos toca comenzar con uno de los rivales más incómodos de la ACB: el Suzuki Manresa. El conjunto de la provincia de Barcelona es el ejemplo de cómo se hacen bien las cosas con poco dinero, una buen puñado de ilusión e iguales cantidades de criterio y valentía. Pero también es el ejemplo de cómo si las cosas te van bien pero no tienes dinero tus mejores jugadores se marchan y tu equipo queda desarmado.
Jaume Ponsarnau ha tenido que prescindir de sus principales referencias de cara a esta temporada: Javi Rodríguez , que luchó por ser el máximo asistente de la ACB (fichado por la triple b); Guillem Rubio, uno de los mejores cuatros nacionales de la competición (que ha recalado en Málaga) y Josh Asselin, un pívot de máximas garantías (rumbo Cajasol). También se ha marchado una de sus mayores promesas, Serge Ibaka (hacia la NBA) y la apuesta que les salió mal: el Tuki Bulfoni (jugador ahora de Xacobeo Blu:sens).
Perdiendo estos jugadores, todos ellos con gran peso específico, la composición del equipo es completamente distinta para esta campaña, pero han completado una pretemporada solvente y convincente, llegan muy en forma.
Bases jóvenes y talentosos
Para empezar, en el puesto de base la apuesta está bien clara: Galones para Rodrigo San Miguel, confianza para un recién llegado a la ACB Dani López. Durante la pretemporada ‘San Miguel 00’ ha mostrado gran madurez en la dirección, ha asumido perfectamente su nuevo rol y habrá que estar muy atentos a él en este primer partido porque su actuación puede marcar los derroteros del partido en cuanto a qué se juega. El zaragozano será el titular y ojo que viene de jugar un partidazo ante la Penya.
Dani López todavía tiene que adaptarse mejor. Sus aptitudes de cara al aro son enormes, con un físico privilegiado, sus penetraciones son eléctricas y si está fino en el tiro puede hacer daño. En cambio, flaquea algo más en la dirección; con él en cancha el GBC tiene la oportunidad de romper el partido subiendo el ritmo y que el base no pueda controlarlo.
Mucho trabajo en el alero
En las alas no residen grandes estrellas. El perfil medio del perímetro manresano pasa por el sacrificio y el trabajo. Es el caso de Jordi Grimau, tan entregado como su hermano Roger pero alejadísimo de la inmensa calidad del capitán del Barça. Román Montáñez aporta veteranía y creterio pero con la edad ha caído en cierta irregularidad, veremos que versión saca en Donosti, es una amenaza en la tiro de tres.
Como recambios, dos jóvenes con más talento pero faltos de experiencia. A Álex Llorca le vimos en la LEB cuando un L’Hopitalet colista nos metió un buen susto. No es mal defensor pero en ACB le hace falta ser constante en ataque. Con Sergiy Gladyr hay que estar atentos al tiro, arma rápido después de bloqueo indirecto y con los pies en el suelo nos puede ametrallar pero debe mejrar su conocimiento del juego (Basketball IQ).
En general, el Lagun Aro GBC debe marcar la diferencia en estos puestos; tanto Barbour como Panko son jugadores de un perfil mucho más alto, pero que tengan claro que los exteriores del Manresa les van a hacer sufrir mucho.
Antes de meternos con los interiores, hay un jugador que está a caballo entre el perímetro y la pintura: Marcus Vinucius Toledo. Al brasileño también le conocemos de la LEB pues jugó un buen partido en Donosti con el Lleida. Vinicius es el termómetro en cuanto a intensidad en el equipo; es agresivo en todas las facetas del juego y además contagia a sus compañeros.
El peligro llega en la pintura
Las referencias más importantes del Suzuki Manresa juegan por dentro, son Brian Cusworth y Ahmad Nivins, los dos jugadores más altos del equipo pero que compartirán muchos minutos en pista.
Cusworth fue de lo mejorcito de la pasada LEB (sonó para el GBC en verano), tiene buenos movimientos de pies en la pintura, presencia física, es muy duro y aporta en ambos tambleros con puntos, rebotes y defensa; la verdad es que es un pívot muy completo que nos puede poner en aprietos. Nivins también es muy físico, otro buen anotador al que no será sencillo defender. Doblas tendrá trabajo a raudales.
Ambos asumen gran parte del peso ofensivo del equipo, limitarles serían un paso importante hacia la victoria, una de las claves a subrayar de cara al domingo.
Como recambios cuentan con dos jugadores de equipo que saben hacer bien su trabajo: Kaloyan Ivanov y Alfons Alzamora. El mejor de los gemelos Ivanov es un cuatro con buena mano y muchos recursos ofensivos, su duelo con Ignerski puede ser interesante (el bulgaro no es precisamente un defensor regular y el polaco un tanto de lo mismo). Por su parte, Alzamora puede ayudar mucho en defensa y tareas de intendencia, pero mejor no despistarse que aún le queda mucho basket dentro.
Con todo, el Suzuki Manresa, sin tener nombres de campanillas es un equipo serio, un bloque compacto, un hueso, y seguro que pondrá las cosas muy difíciles en el estreno liguero. Si se juega al ritmo que ellos quieren y se sienten cómodos en en la lucha cuerpo a cuerpo lo pasaremos mal. La batalla en el puesto de base será decisiva, así como frenar a sus pívots. Panko puede encontrar ventajas en este partido y es una buena ocasión para que hombres como Barbour y Miralles comiencen a demostrar que vienen para marcar la diferencia.
Tenemos un partido interesantísimo para abrir la ACB, una ocasión de ver mucho y sacar las primeras conclusiones; pero sobre todo, el equipo tiene una ocasión inmejorable de arrancar con una victoria de prestigio que refuerce su confianza ante un rival directo de la zona media, que medirá nuestra temperatura en el estreno. Yo no me lo perdería, de hecho, no pienso hacerlo. Nos vemos el domingo en Illumbe, perdón, en Donostia Arena.